El titular de la Asamblea Nacional había salido de Ecuador con destino a territorio venezolano pero sin confirmación sobre el lugar de su arribo. El Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) le había prohibido la salida del país por lo que podría ser arrestado.
El líder opositor venezolano Juan Guaidó llegó este lunes a Venezuela, tras haber desafiado una prohibición de salida del país, en medio de decenas de seguidores y embajadores que lo recibieron en el aeropuerto internacional de Maiquetía.
«Ya en nuestra tierra amada! Venezuela, acabamos de pasar migración y nos movilizaremos a dónde está nuestro pueblo!», expresó a través de la red social Twitter.
Vestidos de blanco, con banderas de Venezuela, cientos de sus seguidores se concentraban en una plaza del este de la capital, donde un animador les pedía paciencia a través del micrófono.
Guaidó salió en secreto hace diez días, según él, ayudado por militares venezolanos en la frontera con Colombia. «Si se atreve a secuestrarme el régimen, será sin duda uno de los últimos errores que cometa», dijo el opositor la noche del domingo, en un mensaje a través de las redes sociales, desde un lugar que no reveló.
Estados Unidos -que no descarta una opción militar en Venezuela-, la Unión Europea y varios gobiernos latinoamericanos expresaron preocupación por su seguridad.
Reconocido por más de 50 países como presidente interino de Venezuela, Guaidó, de 35 años, regresa de una gira por Colombia, Brasil, Paraguay, Argentina y Ecuador, que inició el 22 de febrero en la ciudad colombiana de Cúcuta en el marco del fallido intento de ingreso de ayuda humanitaria.
Su vuelta a Venezuela pone en un dilema al gobierno: si lo detiene desataría una fuerte reacción internacional e interna, y si lo deja libre, el costo menor según los analistas, evidenciaría cierta debilidad.
En su periplo por Sudamérica, Guaidó fue recibido con honores de presidente y se reunió con migrantes venezolanos, que hacen parte del éxodo de unos 2,7 millones que huyeron de la crisis desde 2015, según la ONU.
Guaidó reiteró su llamado a la Fuerza Armada, principal sostén de Maduro, «a ponerse del lado de la Constitución», y precisó que unos 700 efectivos militares y policiales han desconocido al gobierno en los últimos diez días.
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