El viernes, alrededor de las 15, procedieron a retirar de una vivienda de Quintas del Mirador, una ojiva de 150 mm.
El propio vecino, José Luis Curti, fue quien llamó al 101 para hacer la entrega voluntaria.
En este caso, el artefacto ya había sido desactivada, y tenía la superficie metálica corroída.
El lunes, también or el llamada de la vecina que poseía el explosivo, se retiró de un domicilio de calle Gastre al 1800, una ojiva calibre 120mm, cuyo mecanismo de detonación estaba activado.
La División Explosivo de la Policía del Chubut ya retiró más de 40 balas de cañón de domicilios particulares, y se prepara para detonarlas.
Estas ojivas son resultado de los ejercicios que la Armada Argentina practicaba en la zona, y que aquellas que no detonaban, eran recuperadas por los vecinos como recuerdos.
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