La automotriz Renault Argentina suspendió a 1500 operarios y paralizó su planta de producción en Córdoba debido al derrumbe de ventas producto de la política económica de Cambiemos. La medida se extenderá durante el resto de esta semana, plazo en el cual la compañía de capitales franceses analizará un plan de contingencia para sortear la crisis que atraviesa.
La decisión de la compañía de suspender a la totalidad de los empleados de su principal fábrica del país es similar a la que la semana pasada recayó sobre 900 trabajadores de Honda y 2 mil de Peugeot (PSA Argentina). Si a esta cifra se les suma los de Renault, en lo que va de marzo la industria automotriz sumó 4400 suspensiones.
A esta cifra que da cuenta de la debacle del mercado debe sumársele también otra más dura: el despido de 600 empleados (operarios, personal de limpieza y seguridad) de la fábrica de carrocerías de colectivos que la empresa Metalpar tenía en la localidad bonaerense de San Martín.
Todos son indicadores de la crítica situación que enfrenta el sector, con cierres, despidos, suspensiones y adelantamiento de vacaciones. La diferencia con el caso de Renault, es que las suspensiones regirán hasta el viernes, inclusive. Sin embargo, los trabajadores de Honda estarán suspendidos hasta abril y los de PSA hasta mayo. A ellos se les pagará el 70 por ciento de sus salarios, según se acordó.
Las suspensiones de Renault son parte de un “plan de contingencia” que fue acordado con el Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (SMATA), que dio el visto bueno para evitar despidos, según informaron fuentes sindicales a Noticias Argentinas (NA). Lo mismo había ocurrido con PSA.
La firma alegó una fuerte suba en el stock de su producción y la caída en las ventas. De hecho, en febrero último, la venta de automóviles cero kilómetro cayó un 42,8 por ciento anual respecto del mismo mes del año pasado, y no hay señales de recuperación.
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