Desde hace 12 años, la guerra de Malvinas está presente en las escuelas de Puerto Argentino. No sucedía esto en los años que siguieron al enfrentamiento, cuando los maestros isleños se aferraban a los libros de texto británicos adoptados por el diseño curricular que se imparte en Gran Bretaña, que incluían historias desde los Vikingos hasta la II Guerra Mundial, pero casi nada decían del conflicto del Atlántico Sur.
Basta con ver el manual de historia utilizado por aquellos docentes. En el libro «A history of the XX Century», de Brynn O´Callaghan, apenas se pueden leer seis líneas en la página 145 sobre la guerra de Malvinas.
La incorporación de contenidos que enseñan «los sucesos de 1982», como le llaman los profesores de historia en las islas, fue producto de una demanda de los padres que fueron niños durante la guerra. De alguna manera, fue la comunidad la que llevó el tratamiento de la guerra a las escuelas.
El sistema educativo en Malvinas
La educación en las islas es gratuita y obligatoria. El sistema educativo funciona con tres escuelas: la «The Infant and Junior School» que enseña a niños de 4 a 11 años; la «The Falkland Islands Community School,» que tiene alumnos de 11 a 16 años, y una pequeña escuela primaria en la RAF Mount Pleasant, que sirve principalmente para los hijos de los miembros de las Fuerzas Armadas Británicas.
Además, un grupo de profesores itinerantes enseñan en escuelas rurales. Los alumnos de poblaciones alejadas pueden alojarse en un albergue que funciona en el pueblo.
El gobierno de las islas financia becas en Inglaterra para adolescentes que busquen una especialización y becas universitarias, siempre en el Reino Unido.
La guerra en las escuelas locales
Ante la falta de una bibliografía oficial, las autoridades de las islas idearon dictar una aproximación a los contenidos de la guerra de Malvinas organizando charlas con exsoldados británicos que participaron en los enfrentamientos y con visitas guiadas a los campos de batalla, como Monte Longdon o Tumbledown. Luego de las recorridas, los alumnos deben entregar un trabajo final enfocado en los aspectos sociales y militares.
En la escuela secundaria, además, tienen incorporada la materia «historia local», que incluye los sucesos de la guerra.
«Trabajamos para proporcionar un plan de estudios equilibrado, particularmente en términos de la historia y la geografía local, lo que permite a los niños aprender acerca de su propia comunidad», respondió el Departamento de Comunicación de las Islas ante una consulta de LA NACION.
Las autoridades agregaron: «A los estudiantes más jóvenes se les enseña sobre el rostro cambiante de las Islas y les proponemos entrevistar a la población local sobre la vida en las islas, que incluye compartir recuerdos y la comprensión de las razones detrás de los monumentos, no solo en relación con el conflicto de 1982, sino de guerras anteriores. Mientras que a los niños mayores se les enseña acerca de 1982 en un contexto internacional guiados por una cronología de los acontecimientos equilibrada, donde se ven las consecuencias inmediatas y a largo plazo».
Un dato curioso: la escuela secundaria cuenta con una importante biblioteca con más de 20.000 libros. Pero allí solo se puede leer un texto argentino: Kamchatka, de Marcelo Figueras.
Las autoridades educativas remarcan que «todos los estudiantes tienen acceso al museo local, que tiene galerías que cubren las esferas sociales, marítima y de la historia natural, así como la guerra de 1982 y el patrimonio de la Antártida».
E l museo virtual tiene incorporada una carpeta titulada «1982» donde hay material didáctico, fotográfico y analítico sobre la guerra.
Además, muestra una cronología del conflicto que comienza el 16 de marzo de 1982 de esta manera: «Trabajadores argentinos de chatarra, contratados para desmantelar una estación ballenera en desuso, aterrizan en Leith, Georgia del Sur y levantan la bandera argentina».
Luego describe una serie de sucesos diplomáticos y militares donde destacan que las Naciones Unidas condenaron la «invasión» argentina el 7 de abril de 1982, el fracaso de la misión de paz del Secretario de Estado de los EEUU, Alexander Haig, y los primeros enfrentamientos armados del 1 de mayo. Todo culmina el 14 de junio, cuando el general Menéndez firma la rendición ante el general Jeremy Moore.
Un texto antecede la cronología y remarca, hacia el final, que «protegidos por una fuerte guarnición, los habitantes de las Islas Falkland ahora disfrutan de una mayor seguridad y riqueza bajo el gobierno de su elección. Por mucho tiempo más».
Un libro, un audiovisual, una época
A los alumnos también se les sugiere leer «Waking up to War» (Despertar a la Guerra), un libro autobiográfico escrito por Lisa Watson, exeditora del Penguins News, un semanario de 20 páginas que se publica los viernes y es conocido como el único periódico que se edita en las islas.
Watson nació en 1969 y tenía 13 años cuando se desató la guerra. En su obra describe cómo vivió los sucesos en primera persona.
En 2012, un grupo de locales creó un material audiovisual de 20 minutos donde cuentan los hechos de la guerra. Construyen su relato a partir de sus propias historias cuando la guerra atravesó su niñez. El vídeo está a disposición de las escuelas y de las familias.
El español en las islas
La segunda lengua que se enseña en las escuelas isleñas es el español, elegido por la propia comunidad, atenta al turismo, y a la necesidad que impone la ubicación geográfica.
Pocos recuerdan que dos maestras argentinas trabajaron entre 1975 y 1982 enseñando español en las islas producto de un acuerdo con las autoridades locales. Épocas en las que Líneas Aéreas del Estado (LADE) volaba semanalmente a las islas y tenía una oficina comercial en Puerto Argentino.
Actualmente la profesora de español de «The Falkland Islands Community School,» es una docente llamada Rebecca, que nació en las islas, pero vivió 30 años en el territorio argentino.
Por: Daniel Santa Cruz – La Nación