La expresidenta se mostró moderada y conmemoró a Néstor Kirchner a 16 años de su asunción presidencial. «Tenemos que salir a convencer a los que defraudaron», dijo el flamante candidato K.
En un clima distendido, la fórmula de precandidatos presidenciales del peronismo kirchnerista, Alberto Fernández y Cristina Kirchner, tuvo este sábado en Merlo su primer acto juntos, a una semana del sorpresivo anuncio del binomio que competirá en las PASO de agosto.
El encuentro de los Fernández se produjo por la reinauguración de la Quinta municipal La Colonial que pasa a llamarse «Néstor Kirchner». El acto se realizó en una fecha especial para el kirchnerismo, ya que se cumplen 16 años del día que el exmandatario asumió la presidencia de la Nación.
Después de la presentación del intendente de Merlo, Gustavo Menéndez, la primera en hablar fue Cristina. Estaba sentada, pero la gente que acompañó el acto le pidió que se parara. «Yo quería hacerlo más descontracturado», dijo en un tono relajado.
Ya parada, la expresidenta recordó: «La Revolución de Mayo siempre me pareció muy fuerte. A ese 25 de mayo de 1810 se le juntaron otros 25 de mayo. Después de 18 años de proscripción, el peronismo volvió al gobierno el 25 de mayo de 1973. Y después vino el impensado, el 25 de mayo de 2003. Pero el que más me gusto fue el del Bicentenario, porque ese 2010 fue el último año que fui plenamente feliz», dijo a punto de quebrársele la voz recordado a su exmarido.
Su explicación siguió: «En el Bicentenario sentí que los argentinos nos habíamos reencontrado. Contamos la historia en las calles y podíamos estar juntos. Sentí que por primera vez estábamos en paz con nosotros mismos. Con un país que crecía, en el que había trabajo, educación y futuro».
El cierre de esa anécdota y ese momento fue lo que todos querían escuchar: «Hay que recuperar el espíritu que nos reanimó. Yo creo mucho en Dios, en mi país, en mi pueblo. ¿Cuánta gente sigue yendo al mismo trabajo que tenía antes, y cómo vive ahora y cómo vivía antes? No eran solamente ellos los que tenían que vivir bien. Estoy segura que con Alberto vamos a ayudar. Pero no esperen que dos dirigentes puedan hacer todo. Distintos dirigentes, espacios políticos y sociales, sectores económicos, medios y cada uno de nosotros podamos celebrar un reencuentro y un contrato social que nos permita entender que no hay triunfos individuales si no es colectiva la realización de una sociedad».
Luego fue el turno de Alberto de dirigirse a la multitud que estuvo en Merlo. «Estoy muy contento de reencontrarme con mi amiga Cristina. Que todo empiece un 25 de mayo es espléndido, porque es el día que empezamos a nacer como Nación. Y fue el día que llegamos con Néstor para empezar a cambiar la historia. Cuando juramos, nos abrazamos y le dije: ‘¿Viste que llegamos?’ Y él me respondió: ‘No llegamos, recién empezamos; ponete a laburar», empezó recordando quien fue jefe de Gabinete entre 2003 y 2008.
El tono del candidato a presidente cambió de moderado a enérgico cuando aseguró: «A los cuatro millones y medio de pobres que dejó Macri les vamos a tender la mano y los vamos a traer adentro. Porque para eso nacimos y hacemos política. Cuando llegamos en 2003, uno de cada cuatro argentinos buscaba trabajo. Algo parecido a lo que pasa hoy. Una vez con Néstor lo hicimos. Estábamos endeudados como ahora y lo sacamos adelante sin hacerle padecer a ningún argentino el costo».
Después, usó una frase que ya dijo varias veces en esta semana desde que se conoció su postulación. «Yo estuvo en ese laberinto y supe cómo salir. Y vamos a salir de donde nos metieron, trabajando codo a codo -repitió-. Nadie sobra, todos hacen falta. Les pido que convenzan a los argentinos que creyeron y los defraudaron. Porque el tiempo que se viene es el tiempo de todos juntos, para salir de la espantosa situación en la que la han puesto».
Más temprano, el precandidato presidencial dio por iniciada su campaña con un acto en Ferro. «Vamos a tener que entrar al mismo laberinto, pero ya sabemos por dónde se sale», dijo.
En el estadio cubierto de Ferro arengó el «vamos a volver» con muchos elogios a Néstor Kirchner. «Me llena de orgullo que me comparen con él», señaló.
En un discurso de unos quince minutos, Fernández recordó el día que asumió como jefe de Gabinete del kirchnerismo: «El aprendizaje que nos trajo fue enorme. El país estaba destruido. También es cierto que Duhalde había hecho un enorme esfuerzo para apagar las llamas. Pero había que construir sobre las cenizas».