El uso intensivo de los celulares produce un problema físico: nos está haciendo perder la vista. Eso ya estaba comprobado. Pero ahora la ciencia descubrió otro mal que le produce al ser humano: el nacimiento de un extraño hueso justo encima del cuello, en la base del cráneo. Y a quienes más afecta es a los jóvenes.
Este hueso crece por la posición que el ser humano emplea para mirar el celular, con la cabeza un poco inclinada hacia adelante. Este fenómeno fue descubierto por un equipo de investigadores de la Universidad de Sunshine Coast, en Australia.
Es fácil saber si este nuevo hueso ya está en nuestro cuerpo. Basta presionar con los dedos en la parte posterior de el cráneo, justo encima del cuello. Si siente una protuberancia está en el grupo que ya sufre este problema.
El fenómeno se llama protuberancia occipital externa. El fenómeno era estudiado por los investigadores desde el 2016, y mediante radiografías descubrieron que los adolescentes y jóvenes son los que más sufren de este mal.
Los científicos, mediante radiografías de la columna cervical lateral de personas de entre 18 y 30 años de edad descubrieron 218 casos que tienen esta protuberancia occipital externa.
De esas 218 personas, un 10% ya tenía un hueso de al menos 2 centímetros de largo. El problema ataca más a los hombres (67%) que a las mujeres. El nuevo hueso más largo encontrado fue de 3,6 cm en un hombre y de 2,7 cm en una mujer.
El fenómeno vulgarmente se llama “cuello de texto”, y es fácil de entender porqué se usa esta denominación: al mirar celulares o tablets, el cuello debe colocarse en una posición no natural para mantener la cabeza en su lugar.
La cabeza humana pesa alrededor de 4,5 kilogramos, y la inclinación hacia adelante para ver las pantallas de los dispositivos genera una exigencia adicional al cuello. Este esfuerzo prolongado hace que el cuerpo humano construya nuevos tejidos óseos para aumentar el área de superficie que sostiene esta masa.
El doctor australiano David Shahar, autor principal de la investigación, explicó: “Mantener esta posición por periodos prolongados de tiempo puede aumentar la presión en la coyuntura donde los músculos del cuello se adhieren al cráneo, y es probable que el cuerpo responda creando nuevos tejidos óseos, lo que origina a esa protuberancia.”
clarin