El príncipe Andrés, uno de los hijos de la reina Isabel II de Reino Unido, se declaró hoy «horrorizado» por las denuncias periodísticas que sugieren que participó de alguna manera de la red de tráfico sexual que manejaba el magnate Jeffrey Epstein, quien se suicidó este mes en su celda de prisión en Nueva York.
«El duque de York se ha quedado horrorizado por las recientes publicaciones sobre los supuestos delitos de Jeffrey Epstein», explicó el comunicado, citado por la agencia de noticias EFE.
«Su alteza real deplora la explotación de cualquier ser humano y sugerir que él condonaría, participaría o alentaría cualquier conducta de este tipo es horroroso», agregó el texto.
La semana pasada, la casa real británica emitió el primer comunicado desmintiendo cualquier vínculo entre el príncipe Andrés y la red de tráfico de personas que manejaba Epstein.
No fueron los únicos.
El multimillonario, que se suicidó a los 66 años a la espera de un juicio por abusos sexuales y trata de personas, solía mostrarse con famosos y políticos de todo el mundo, entre ellos el ex presidente de Estados Unidos Bill Clinton o el actual mandatario de ese país, Donald Trump.
Epstein y el príncipe Andrés se conocieron en la década de los 90 a través de una amiga en común llamada Ghislaine Maxwell, hija de Robert Maxwell, un exitoso empresario de la prensa.
A lo largo de más de dos décadas, se los pudo ver de vacaciones en los mismos lugares e, incluso, el príncipe invitó a Epstein a la casa de campo de la familia real británica en Sandringham y al castillo de Windsor, así lo informó Télam.
Después de que el magnate fuera juzgado por primera vez en 2008 y saliera de prisión en 2010, ambos fueron fotografiados juntos en Nueva York, lo que obligó al príncipe a pedir disculpas, a declarar que había roto su relación con el multimillonario estadounidense y a dimitir de su cargo de representante del Reino Unido para el Comercio Exterior.