La exmodelo y el exfutbolista se casaron en 1988. Tuvieron tres hijos, se dieron todos los gustos, pero hoy solo quedan recuerdos (y no muy buenos) del amor que se tuvieron.
Mariana Nannis y Claudio Paul Caniggia se cruzaron en la década del ’80. Él era el delantero estrella de River. Ella, una sensual modelo que acaparaba todas las miradas en pasarelas y revistas. El entonces futbolista quedó deslumibrado cuando la vio en un boliche, se esmeró por conseguir su número de teléfono e insistió hasta que ella accedió a tener una cita.
Aunque en un principio se mostraba reacia, la rubia no se pudo resistir a los encantos del Pájaro. En 1988 pasaron por el Registro Civil, ya que él nunca quiso saber nada con una ceremonia religiosa, y sellaron su amor. Meses después partieron rumbo a Europa, donde él fue contratado por el Verona. Allí comenzó una vida de lujos, joyas, autos y ropa de las marcas más caras del mundo.
La botinera siempre quiso marcar la diferencia con las demás esposas de jugadores. Se mostraba como una dama fina, exigente y extravagante. Contó que se la pasaba comiendo caviar, que limpiaba a sus perros con agua mineral y que se bañaba en champagne. Nannis también estuvo en boca de todos por sus desopilantes frases célebres: «A las bombachas las uso una vez y las tiro», «Con mi marido soy la más put… de las put…», «En Roma podrá vivir el Papa, pero no es una ciudad digna de mí», «Maradona me quería robar a mi marido, será porque es musculoso y tiene el pelo largo», «¿Se habla de mí en la Argentina? Se hablará porque gasto fortunas. Puede ser… Las gasto bien gastadas, porque si no las gasto yo, se las gasta otra”.
En 1991 nació Kevin Alex, el primogénito. Dos años después llegaron los mellizos, Charlotte y Alexander. Los nenes también incorporaron el estilo de vida que llevaban sus padres. En una entrevista que les hizo Marley en 1998, para «Teleshow», se los puede ver relajadísimos en las imponentes suites que compraron en Miami.
En un segmento de la nota, se la ve a la exmodelo abriendo sus valijas para mostrar sus últimas adquisiciones: bombachas de 56 dólares y corpiños de 94. También le agradece a Daniel Passarella, quien dirigió a la Selección Argentina en el Mundial de Francia, «por haber quedado eliminados». «Fueron las vacaciones más largas que tuve con mi marido», exclamó ante la atónita mirada del conductor.
Parece que de ese gran amor que se tuvo la pareja solo quedan recuerdos, y que no son los mejores. En las últimas horas, Nannis detonó una bomba y dejó muy mal parado al padre de sus hijos al que acusó por violencia de género. Al enterarse de que él está de novio con una joven periodista llamada Sofía Bonelli, lo acusó también de drogadicto y de salir con prostitutas.
Este domingo se sentó en el living de Susana Giménez y no se guardó ningún detalle. Dijo que él no podía controlar su adicción a la cocaína, que lo internó dos veces en una granja y que es un hombre violento: «Me hizo perder un embarazo. Una noche vino nervioso a casa. Le dije que tenía que respetar su hogar y no lo dejé entrar. Se enfureció y le dije que solo le permitiría el ingreso si me mostraba que no tenía droga en los bolsillos. Estábamos en el garaje y tenía el auto a dos metros mio. Le revisé un bolsillo, nada, y cuando metí la mano en el otro me empujó contra el auto. Estaba embarazada de dos meses y medio».
«Al día siguiente, cuando me estaba haciendo masajes, como todos los días, sentía las piernas calientes. Estaba llena de sangre. Entré rápido a mi casa y me puse una toalla. Estaba teniendo una hemorragia. Fui hasta una clínica en taxi con Charlotte y mientras esperaba que me atendieran lo llamé. Cuando me contestó me dijo ‘no te hagas la víctima, vos debés ser una de las hijas de p… que le gusta hacerse la víctima'», agregó sobre esa noche caótica.
En el sanatorio le indicaron reposo para esperar a ver qué ocurría con el embarazo, pero la botinera prefirió realizarse un legrado ese mismo día porque tenía tres hijos a cargo y «un marido desaparecido», y no podía permitirse «tirarse en la cama». Hoy, ese niño tendría 12 años. «Me empujó por una bolsa de cocaína», precisó.
En medio del escándalo y las reiteradas acusaciones de infidelidad, Mariana asegura que abandonó su casa de Marbella para venir a salvar al hombre que considera el amor de su vida. Él no quiere saber nada con volver a verla, mucho menos con una reconciliación. Hasta pidió que le hicieran una pericia psicológica.
Ella está muy preocupada por el patrimonio familiar. Espera reunirse con sus abogados lo antes posible para determinar dónde está el dinero, y la suma que le pediría en caso de que el Pájaro solicitara el divorcio sería 40 millones de dólares, según informaron en El diario de Mariana.
Después de 30 años juntos, la pareja llegó a su fin. Fernando Burlando, abogado de Claudio Caniggia, aseguró que hace un año y medio que están distanciados. Sin embargo, ella no se considera separada, ya que no le llegó ninguna notificación sobre el trámite de divorcio, informó el diario TN.