Luego de una semana caracterizada por los constantes cambios en el régimen cambiario, subas pequeñas pero sucesivas del tipo de cambio y pérdidas constantes de reservas, el ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, se prepara para concretar la postergada reunión con las autoridades del FMI en Washington. En la oportunidad, intentará convencer al organismo multilateral (aunque controlado por el gobierno de Estados Unidos) de la «necesidad» de las medidas de control aplicadas en el régimen cambiario, pese a contradecir las pautas que fija el Fondo a los países firmantes de los créditos condicionados otorgados. De la respuesta del organismo, depende que el gobierno argentino pueda acceder al desembolso del tramo de 5400 millones de dólares pendiente, que correspondía al corriente mes de septiembre.
Según lo estipulado, el titular de la cartera económica va a mantener un encuentro en los Estados Unidos con autoridades del Fondo Monetario el miércoles, en el marco de su viaje como integrante de la comitiva que acompañará al presidente Mauricio Macri a la Asamblea General de las Naciones Unidas. Llegará a Washington el miércoles 25 y ese mismo día se reunirça con los representantes del FMI. El vocero del organismo internacional, Gerry Rice, había anticipado que durante la reunión en Washington las partes continuarán «las conversaciones en curso del programa». Rice había adelantado también que iban a seguir «las discusiones sobre las medidas adoptadas por las autoridades en respuesta a la crisis macroeconómica, y hacer un balance sobre en qué punto se encuentra la situación y los próximos pasos».
El miércoles pasado, el Banco Central dio a conocer su decisión de aumentar de 58% al 78% durante este mes el límite inferior para la tasa de interés de las Letras de Liquidez (Leliq), mientras anunció una flexibilización en la meta de la tasa monetaria. Luego de ello, el FMI afirmó que espera «que las reuniones con las autoridades argentinas sean una oportunidad para dialogar sobre estos y otros temas», mientras aseguró que «sigue comprometido» con el país, aunque sin hacer mención explícita al acuerdo stand by vigente.