En una Chubut sacudida por la rebelión de la docencia y los estatales que reclaman el cobro de sus salarios, la patronal de Aluar comunicó el martes su decisión de despedir a dos trabajadores y suspender a otros tres por dos días sin goce de sueldo. Inmediatamente, la reacción de los metalúrgicos y su Comisión Interna fue resolver un paro total en la planta, para exigir que retrotraiga los despidos y las sanciones.
La empresa, que monopoliza la producción primaria de aluminio en el país, procedió a este ataque luego de que los trabajadores no ingresaran a su turno laboral el día 19 de septiembre, cuando estatales y docentes bloquearon con piquetes los accesos a la fábrica, en el marco de una jornada de cortes en toda la provincia y paro nacional de la docencia tras los fallecimientos de las maestras Jorgelina Ruiz Díaz y María Cristina Aguilar. Esta medida, así como los posteriores bloqueos a los pozos petroleros, es una expresión de la comprensión que tienen los trabajadores chubutenses de que la quiebra del Estado provincial es producto del saqueo de un puñado de grandes empresas.
Según informaron en comunicados, la patronal de Madanes (que además de ser el “rey del aluminio” es el dueño de Fate) intentó ingresar tres colectivos con trabajadores por un acceso alternativo, destinado al ingreso y egreso de material. “Los trabajadores afectados, al ver que los estaban ingresando por un acceso no habilitado al ingreso de personal, con los riesgos que implicaba eso, consultando previamente a los delegados y siendo informados que solo podría ingresar personal de actas esenciales, decidieron hacer caso al acuerdo establecido y no ingresar a la empresa”.
La ofensiva de Aluar tiene un objetivo disciplinador, en represalia a esta acción de solidaridad de clase que llevaron adelante los metalúrgicos. Es que el Chubutazo de estatales y docentes generó además la adhesión de Camioneros que realizó dos paros solidarios, cosechó el apoyo de obreros petroleros y de la construcción a los piquetes en Comodoro y Sarmiento, y a su vez estos sectores participaron –sumada la UOM- de la marcha de 30.000 personas que recorrió Comodoro Rivadavia tras el ataque de la patota de “Loma” Ávila a los cortes de ruta. Son muestras notables del estado de ánimo de los trabajadores en una provincia donde se extiende el grito de “¡Fuera Arcioni!”. A ello hay que agregar los dos paros nacionales docentes, y los piquetes y actos que se realizaron en todo el país por el triunfo de los trabajadores de Chubut.
Por la tarde del jueves, el Ministerio de Trabajo hizo llegar su resolución de dictar conciliación obligatoria para abrir una instancia de negociación entre la empresa, el gremio y la Comisión Interna, retrotrayendo las sanciones y desvinculaciones. Los trabajadores resolvieron acatar la medida, pero se mantienen expectantes al curso que siga la negociación.
La reacción de los metalúrgicos de Aluar es un ejemplo, y marca un camino para los otros rubros del sector privado que también sufren embates, como es el caso de las amenazas de 850 despidos por la baja de equipos petroleros. La unidad de los trabajadores es el punto de apoyo fundamental para derrotar al gobierno hambreador y la ofensiva de las patronales, informó Prensa Obrera.