El movimiento indígena ecuatoriano que encabeza la rebelión contra las medidas de ajuste económico del gobierno rechazó el llamado al «diálogo directo» que hizo anoche el presidente Lenín Moreno, en medio de la convulsión que sacude al país desde hace diez días.
La Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) hizo público a última hora de anoche su rechazo a través de una declaración en la que advirtió que la apertura del diálogo está condicionada a la derogación del decreto que eliminó el subsidio a los combustibles y derivó en un aumento de los precios de las naftas de mayor consumo.
A partir de ese decreto, publicado el pasado 1 de octubre, indígenas, campesinos, sindicatos y movimientos sociales llevaron a cabo manifestaciones, bloqueos de calles y autopistas, huelgas y todo tipo de protestas.
Al menos cinco personas murieron durante las protestas y casi 900 fueron detenidas. La fuerza de la reacción llevó al presidente Moreno a decretar la semana pasada el estado de excepción en todo el país y a mudar la sede del gobierno desde Quito hacia Guayaquil.