El primer ministro respondió así a los cargos contra él que presentó la fiscalía israelí por fraude, cohecho y abuso de confianza.
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, aseguró que los cargos por corrupción anunciados por el fiscal general del país, Avichai Mandelblit son «un intento de golpe» contra él. Y remarcó que son «falsas acusaciones por motivos políticos».
«Estamos presenciando un intento de llevar a cabo una revolución legal. Es un proceso contaminado por intereses extranjeros con el objetivo de derrocar a un primer ministro derechista», declaró, en una comparecencia ante la prensa en Jerusalén, poco después de que el fiscal anunciara que lo acusaba formalmente de fraude, cohecho y abuso de confianza en tres causas abiertas contra el primer ministro.
«Todo esto tiene como objetivo mi caída», enfatizó. «Este es un día triste. Hay que estar ciego para no ver que algo malo está sucediendo en el sistema legal», agregó el premier.
Netanyahu se convirtió este jueves en el primer jefe de gobierno en la historia de Israel acusado de corrupción, lo que podría acabar con la carrera política del líder que más tiempo ha gobernado desde el nacimiento del Estado hebreo.
La acusación del fiscal Mandelblit podría tener importantes consecuencias políticas, pues ocurre horas después de que el presidente Reuven Rivlin encargara al Parlamento encontrar un primer ministro, luego de que Netanyahu y su rival Benny Gantz fracasaran en formar un gobierno, informó Clarín.