El Gobierno publicó un decreto derogando la resolución que implementaba el protocolo del aborto no punible en medio de una fuerte polémica. Más allá de la letra del decreto que solo tiene tres artículos resultaron particularmente duros los fundamentos de la medida que apuntan directamente (aunque sin nombrarlo) al secretario de Salud, Adolfo Rubinstein.
¿Qué dicen esos fundamentos?
Que se firmó la resolución «sin consultar la opinión de sus superiores jerárquicos, máxime teniendo en particular consideración la relevancia e implicancias de las cuestiones en ella reguladas».
Que «el titular de la SECRETARÍA NACIONAL DE NIÑEZ, ADOLESCENCIA Y FAMILIA ha manifestado no haber participado del proceso de formulación de la mismo»
Que «desde la AGENCIA NACIONAL DE DISCAPACIDAD, su titular manifestó no haber participado del procedimiento llevado a cabo para el dictado de la Resolución»
«Que la titular del INSTITUTO NACIONAL DE LAS MUJERES ha manifestado que a pesar de que el contenido del Protocolo involucra derechos de las mujeres, no se dio intervención a dicho organismo».
Por último recuerda, por si alguien no lo sabía, que «el Presidente de la Nación es el jefe supremo de la Nación, jefe del gobierno y responsable político de la administración general del país», informó Diario A24.