Schlumberger, San Antonio y Weatherford cursaron ayer entre 400 y 600 telegramas de despidos en Neuquén en el marco del retroceso de la actividad tras el decreto que pesificó el precio del petróleo. La Secretaría de Trabajo se apresta a dictar la conciliación obligatoria. La estrategia de Pereyra.
Las mayores empresas de servicios del sector petrolero enviaron ayer entre 400 y 600 telegramas de despido en Neuquén en el marco de la caída de la actividad que se acentuó tras la pesificación del precio del petróleo que dispuso en agosto el gobierno Mauricio Macri a través del Decreto 566. Schlumberger, la mayor proveedora de la industria a nivel global, comunicó la desvinculación de unos 300 operarios de servicios de completación de pozos.
San Antonio, la principal compañía de equipos torre, que es controlada por el fondo Lone Star, formalizó el despido de 150 trabajadores que se encontraban en un programa de suspensiones sin actividad asignada desde hace meses. Y Weatherford tiene previsto avanzar hoy en la misma línea, según confirmaron a EconoJournal tres fuentes privadas sin contacto entre sí.
La medida puede impactar por la cantidad de operarios involucrados, pero no sorprende a los sindicatos ni tampoco al Gobierno. Al contrario. Tanto Guillermo Pereyra, líder del gremio de petroleros privados, como Manuel Arévalo, de
Jerárquicos, hicieron declaraciones en los últimos días a la prensa local sobre la fragilidad y el deterioro del tejido laboral en Neuquén. Desde hace tiempo las empresas de servicios nucleadas en la Ceope vienen advirtiendo desde el primer trimestre del año sobre la necesidad de encarar una readecuación de las dotaciones en Neuquén.
Los sindicatos impugnarán los telegramas que se cursaron ayer y solicitarán la intervención de la Secretaría de Trabajo, que terminará dictando una conciliación obligatoria, según el derrotero que descuentan las empresas del sector.
En Neuquén, donde la industria petrolera emplea a más de 20.000 trabajadores en forma directa (la cantidad creció con fuerza en los últimos años de la mano del desarrollo de Vaca Muerta), no muchos tienen en claro cómo se encauzará el conflicto. Pereyra advirtió que respondería con un paro si las proveedoras de servicios, que son las que tienen contratado a la mayor parte del personal petrolero, avanzaban con los despidos. Si Trabajo dicta la conciliación se abrirá un cuarto intermedio por 10 días para que las partes negocien alternativas, informó El Comodorense.