Fuentes del mercado financiero aseguran que las extracciones o la compra de fichas en el casino son operaciones “marginales”. Pero que la regulación fue para evitar movimientos similares a los del cepo 2011-2015.
En bancos y administradoras de tarjetas consideraron que las medidas que tomó el Banco Central orientadas a restringir determinadas operaciones que utilizan la tarjeta de crédito como vehículo para eludir el cepo cambiario, fueron más para anticiparse a eventuales fugas de dólares que para frenar algo que ya estuviera sucediendo.
“Con el tope de compras de 10.000 dólares por mes, este tipo de recursos, como extraer dólares en el exterior como anticipo de efectivo, o la compra de fichas en un casino, no tenían mucho sentido para un altísimo porcentaje de usuarios de tarjetas que viajan al exterior” dijeron en una entidad financiera.
El incentivo a estos “atajos” creció, lógicamente, cuando el tope de compras en el mercado oficial bajó de un día para el otro a 200 dólares. Y en los cuatro días de super cepo, los técnicos del Banco Central hicieron una suerte de escaneo del mercado cambiario para determinar por dónde podían producirse nuevas fugas. Hicieron memoria y recordaron todas las alternativas que fueron surgiendo entre 2011 y 2015, durante el cepo que se impuso ni bien arrancó el segundo mandato de la ex presidente Cristina Kirchner.
Por eso, dado que se está repitiendo la película, en el mercado se especula con eventuales nuevas regulaciones, que por ahora el Gobierno desmiente.
Una que por ahora fue desmentida fue aplicar un cargo extra -a cuenta del impuesto a las Ganancias– a los consumos con tarjeta fuera del país. Durante el cepo anterior, esto encarecía el precio del dólar oficial en un 35%, aunque los consumidores podía computar esa extra a la hora de pagar Ganancias.
Lo que ocurre con el cepo, como con tantas otras regulaciones, es quese termina favoreciendo a los consumidores de más altos ingresos, que pueden usar libremente la tarjeta de crédito en el exterior respetando el único límite que le fije su propio banco.
Del cepo anterior se conocen historias de ejecutivos que pagaron con tarjeta de crédito, al tipo de cambio oficial, los aranceles de universidades en el exterior en las que cursaban sus hijos.
Con la brecha cambiara en el 20% -y con perspectivas de crecer- es posible que se reactive el mercado de autos de alta gama, cotizados en dólares al tipo de cambio oficial, que irán a parar a manos de quienes tienen dólares en su poder y los pueden cambiar en la Bolsa, legalmente, a un valor cercano a los 80 pesos.
Por ahora en el Central están conformes con el funcionamiento del cepo. Y resaltan que ahora son compradores netos de divisas. Se estima que este viernes compraron 100 millones de dólares.
Es lógico: ante la desaparición casi total de la demanda, los exportadores que liquidan sus divisas encuentran al Central como único comprador.
En ese sentido, la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC), entidades que representan 41% de las exportaciones argentinas, anunciaron ayer que durante el mes de octubre pasado las empresas del sector liquidaron la suma de 1.978 millones de dólares.
Asimismo, el monto liquidado desde comienzos de año hasta ahora asciende a 19.310 millones de dólares. El monto total ingresado durante todo el año 2018 fue de 20,2 mil millones de dólares, informó Clarín.