El delantero, apuntado por su error en la final de la Copa Libertadores, cortó con el descanso antes que sus compañeros para recuperar su mejor forma.
Una fisura en el sacro dejó a Lucas Pratto complicado a mitad de año. Paradojas del destino. Mientras festejaba la Recopa Sudamericana con una careta de oso, feliz por un nuevo título, en el que había sido protagonista ya que convirtió el segundo gol (del 3-0 a Athlético Paranaense) en la final de vuelta en el Monumental, el delantero no sabría que la lesión que venía molestándolo y que se acrecentó esa noche, terminaría perjudicando su rendimiento al siguiente semestre.
Tampoco sabía que por esa exigencia quedaría marcado en la final de la Copa Libertadores por un error que derivó en el empate parcial de Flamengo en Lima, del cual él luego se haría cargo. Pero lo que más atentó contra su nivel futbolístico fue la falta de una pretemporada. Algo clave para un futbolista, sobre todo con el físico del platense de 31 años.
A mitad de año, Pratto ocupó sus días en Los Angeles, donde River realizó la puesta a punto, tratando de recuperarse de esa molesta dolencia en la espalda. Ahí perdió terreno. También perdió la titularidad. Es que las consecuencias físicas afectaron su desempeño futbolístico.
“No tuve pretemporada por la lesión y eso me complicó. Estuve cuatro o cinco días en cama. Necesitaba un bastón para caminar. No sabíamos qué era. Me hicieron un estudio y salió la fisura. Estuve 45 días sin trotar, eso me mató”, reconoció el ex Vélez.
Y reveló: “Me ayudó la psicóloga. Me metió en la cabeza que tenía que volver a encontrarme conmigo mismo”.
Ahora, Lucas quiere revancha para arrancar 2020 en “Modo Oso”. Ya lo había avisado antes de la consagración en la Copa Argentina: “Voy a arrancar a entrenar solo. Quiero estar a la par. Ya hablé con el profe y me dio ejercicios para arrancar antes”. Y lo cumplió.
Mientras sus compañeros posteaban fotos en playas paradisíacas, Pratto hizo un posteo que fue furor en las redes sociales. Publicó un video en el que está corriendo arriba de una cinta, con música de fondo (sonaba el tema “Jugando”, de Callejeros).
Para ello, les pidió a los preparadores físicos de River que le diseñaran un plan especial de trabajo para llegar con una base física a la pretemporada que el plantel que conduce Marcelo Gallardo realizará en San Martín de Los Andes desde el 3 al 10 de enero.
En verdad es algo que el cuerpo técnico de River siempre hace: al final de cada semestre, antes de las vacaciones, le da una rutina de trabajo que incluye correr en la cinta, hacer bicicleta fija, ejercicios de fortalecimiento de masa muscular y de capacidad aeróbica, entre otros. La diferencia que hizo Pratto es que arrancó un tiempo antes. Es decir que acortó su período de descanso para llegar de mejor manera al 3 de enero.
Luego de la final de la Copa Argentina, el centrodelantero se quedó tres días en Mendoza. Acto seguido, volvió a Buenos Aires. Pasó unos días con su familia, su hija y sus amigos en Ensenada, donde compartió algún que otro asado para recargar energías, y después viajó a Uruguay. En el país vecino, empezó a prepararse con todo. Además de correr en la cinta también sale a trotar por la arena y por los bosques. Ahí, justamente, busca reencontrarse para volver a ser el Oso que todos conocen, informó Clarín.