El mandatario enfrentará dos cargos, uno de abuso de poder y otro de obstrucción al Congreso, por entorpecer la investigación relativa al caso.
Tras un proceso de varios meses, el juicio político al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se iniciará formalmente hoy en el Senado de ese país, donde el mandatario enfrentará dos cargos, uno de abuso de poder y otro de obstrucción al Congreso, por entorpecer la investigación relativa al caso.
La jornada es calificada de «histórica» por los medios locales, ya que solo hay dos precedentes de jefes de Estado que se hayan enfrentado a este proceso en el país: Bill Clinton (1993-2001) y Andrew Johnson (1865-1869).
También se iniciaron los trámites para juzgar a Richard Nixon, en 1973, aunque dimitió al cargo antes de que comenzase formalmente el proceso.
Pese a la expectación generada y el contexto de aguda división política, el resultado es previsible que sea favorable a Trump, ya que los republicanos tienen mayoría en el Senado, donde se precisan dos tercios de los votos para destituir al presidente.
En el impeachment el Congreso presenta los cargos contra el mandatario tras aprobarlos por mayoría simple, y el Senado vota una sentencia, que requiere de una mayoría de ese tipo.
Los cargos que el Congreso presentó contra Donald Trump son abuso de poder y obstrucción a ese cuerpo.
El primero alude a supuestas conversaciones en las que Trump y otros cargos cercanos presionaron a las autoridades ucranianas -incluido el propio presidente, Volodymyr Zelensky-, para investigar a un rival político, el ex vicepresidente Joe Biden, y a su hijo, Hunter Biden.
Esta acusación incluye el uso, a modo de «moneda de cambio», de una partida de 400 millones de dólares en concepto de «ayuda militar» al país de Europa del Este, que Trump -de acuerdo a la acusación- bloqueó cuando ya había sido aprobada por el Congreso, así como una reunión con el líder ucraniano en la Casa Blanca.
El segundo cargo se vincula a una supuesta obstrucción de la investigación que el mandatario cometió al ordenar a todo el personal de la Casa Blanca órdenes de no colaborar con el proceso.
Ayer, el equipo legal de Trump presentó una larga respuesta a los cargos de abuso de poder y obstrucción presentados por el Congreso, y denunció el intento de destituirlo de su cargo como una «farsa» y pidiendo a los senadores que lo rechacen rápidamente, informó la cadena de noticias CNN.
Si bien es altamente improbable que Trump sea removido del cargo, dada la mayoría republicana en el Congreso, de ocurrir sería un hito histórico, no solo por los votos que ello requeriría de su propio partido, sino porque sería la primera vez que un impeachment finalice con sentencia condenatoria en la historia del país.
Al margen del resultado, se espera que el juicio político impacte profundamente en las elecciones presidenciales que se celebrarán este año 2020 en el país, y varios analistas señalan que la demora en las fases iniciales, propiciada por el Congreso de mayoría demócrata, encajaría con esta hipótesis.
Desde el inicio, Trump calificó las acusaciones contra él de «caza de brujas» y «continuación del ‘Russiagate’.
El 18 de diciembre, la Cámara votó 230-197 para acusar a Trump de abuso de poder y 229-198 para acusarlo de obstrucción al Congreso.
Nueve congresistas y abogados encabezarán el juicio político.
El histórico proceso se hizo posible luego de que los senadores prestaran juramento el jueves para convertirse en el jurado del proceso.
Los miembros de la Cámara alta oirán los argumentos durante seis horas al día, seis días a la semana, en un ejercicio que está presidido por el presidente del Tribunal Supremo, John Roberts, y donde los 100 senadores actuarán a modo de jurado, informó Télam.