El presidente Alberto Fernández estrenó el último avión ejecutivo que adquirió la Fuerza Aérea Argentina en los Estados Unidos.
La aeronave, un Learjet 60 SE arribó al país la semana pasada y en su vuelo de cabotaje inaugural trasladó al Presidente hasta la ciudad de Rosario, en la provincia de Santa Fe, para la oportunidad de la conmemoración del primer izamiento de la bandera argentina que se celebró el 27 de febrero pasado.
La fuerza inició gestiones hace ya más de un año, por intermedio de la Organización de la Aviación Civil Internacional (OACI), para la identificación y selección de la mejor aeronave del mercado (precio, estado del avión y condiciones operativas) destinada a la flota del sistema Learjet de la II Brigada Aérea con asiento en Paraná, provincia de Entre Ríos. El organismo especializado de las Naciones Unidas brinda servicios (rentados) de cooperación y asistencia técnica a los países miembro en contrataciones, adquisiciones, licitaciones y demás tareas que hagan al desarrollo seguro y ordenado de la aviación civil.
Las negociaciones estuvieron a cargo del brigadier Xavier Isaac, entonces director general de Planes, Programas y Presupuesto (DG3P) y actualmente flamante jefe de la Fuerza Aérea Argentina.
Sea coincidencia o no, el novísimo aparato; matrícula T-11; arribó al país en horas previas al anuncio de la designación de los militares que ocuparían la cúpula militar del gobierno de Alberto F.
El avión, fabricado por la empresa canadiense Bombardier en 2006, está configurado para el traslado de pasajeros, con una capacidad de 12 personas. Se trata del modelo más grande de la línea Learjet, con un fuselaje más largo que la versión 35. Tiene dos motores de reacción Pratt & Whitney y puede superar los 830 kilómetros por hora con una autonomía de 4.200 kilómetros.
No trascendió cuánto pagó la fuerza por la aeronave que es de segunda mano. Sin embargo, el valor promedio de un aparato nuevo ronda los u$s13.5 millones.
El plan de la fuerza es asignarlo a la verificación aérea de radioayudas en los distintos aeropuertos y aeródromos del país. Esta tarea es una de las misiones principales que cumple el sistema de armas Learjet basado en la brigada de Paraná junto con la fotografía aérea y la exploración, reconocimiento y vigilancia electrónica.
La configuración operativa hacia el vuelo de “verificador” o cualquier otra de esas misiones implica remover en parte las comodidades actuales de jet ejecutivo para poder instalar el equipamiento adecuado a la función. Se sabe que Alberto Fernandéz, quedó prendado de la aeronave.
En la fuerza creen que el T-11 seguirá el camino de su gemelo el T-10, que incorporado nuevo en 1998, pertenece a la dotación de la Fuerza Aérea Argentina pero la gestión Kirchner lo sumó de hecho a la flota presidencial y nunca cumplió la función operativa prevista en los planes militares.
El sistema de armas Learjet forma parte de la dotación de la Fuerza Argentina desde 1977 con la versión 35A.
Hay 5 aviones de este modelo, uno en configuración de vigilancia electrónica (VR-24), dos en configuración de reconocimiento (T-22 y 23) y dos en configuración de verificador (T-25 y 26).