Varios grupos de investigadores planean llevar a cabo pruebas para determinar si la vacuna BCG, creada hace un siglo y utilizada desde entonces contra la tuberculosis, puede ayudar en la lucha contra el coronavirus, informa la revista Science.
El experimento debe demostrar las observaciones de dos médicos daneses, Peter Aaby y Christine Stabell Benn, que afirmaron hace ya varias décadas que vacunarse con la BCG fortalece el sistema inmunológico en general. Conforme a los investigadores, la vacuna bloquea cerca del 30% de las infecciones con todos los patógenos conocidos durante cerca de un año después de la inyección, lo que teóricamente significaría que es eficaz también contra el covid-19.
No obstante, la metodología de sus trabajos ha sido criticada, y aunque estudios recientes reconocen un leve efecto positivo de la BCG contra la mortalidad infantil, la tesis todavía debe ser respaldada por ensayos aleatorios. Ahora, equipos médicos de Países Bajos, Australia, el Reino Unido y Alemania opinan que ha llegado el momento de realizar estos ensayos.
Las pruebas serán multitudinarias —en los ensayos neerlandeses, que empiezan esta semana, participan 1.000 trabajadores de ocho hospitales del país— y se ajustarán a las rigurosas normas de la medicina basada en pruebas.
«La mitad [de los sujetos] recibirá la vacuna BCG y la otra mitad, un placebo. Si se revela que la vacuna realmente brinda protección adicional, podríamos administrársela a los demás trabajadores», cita The Brussels Times a un profesor de la Universidad de Utrecht que participa en el proyecto.
En Australia el experimento se desarrollará en la Universidad de Melbourne siguiendo el mismo protocolo que en Países Bajos, mientras que en el Reino Unido los investigadores de la Universidad de Exeter se centrarán en la reacción inmunológica de personas de edad avanzada.
Por su parte, los científicos del Instituto Max Planck para la Biología Infecciosa, en Alemania, utilizarán la vacuna VPM1002, una versión genéticamente modificada de la BCG que, según los propios investigadores, es comparativamente «más segura y efectiva». En las pruebas participarán sujetos de dos categorías: personas mayores y personal médico.
«Estos grupos de población se ven particularmente afectados por la pandemia actual, y por lo tanto podrían beneficiarse particularmente de la vacunación con VPM1002», cita un comunicado del instituto alemán a Leander Grode, director gerente de la empresa Vakzine Projekt Management, que produce la vacuna.