Dos ciudades americanas, Sao Paulo (Brasil) y Nueva York (EE.UU.), muestran las dos caras de un dilema que divide a ciudadanos, políticos y expertos ante la sombra del coronavirus: la reapertura de actividades.
Mientras la ciudad más poblada de América, después de un mes de cuarentena, ya ha comenzado a planificar la reapertura «gradual» de su economía a partir del 11 de mayo, las autoridades de la metrópoli de los rascacielos creen que es demasiado temprano para abrir las puertas.