La presencia permanente de empleados estatales en locales responde a que «se cumplan con las medidas dispuestas, incluso por parte del cliente», sostuvo la directora General de Comercio, Vanina Castaño.
Los municipales, flexibilizada la actividad comercial, aunque con horario especial, visitan a diario a quienes explotan el rubro para repartir cartelería con las indicaciones higiénicas-sanitarias a considerar para evitar el brote del virus pandémico. Precisiones como el uso obligatorio de tapabocas, el respeto de la distancia por metro cuadrado e ingreso por turno y número de DNI (según el día que corresponda), para evitar aglomeraciones.
En esta línea, Castaño agregó que cada local «tiene que colocar el cartel de la cantidad máxima de personas permitidas en su interior, la desinfección del lugar, de los objetos que pueden tocar clientes y empleados, el ingreso de una persona por grupo familiar. Y el cumplimiento del horario, de lunes a viernes, de 10 a 18; y los sábados de 8 a 13».
El protocolo habilitado por Nación, previa presentación al Gobierno provincial, fue elaborado por el municipio capitalino. A partir de la flexibilización limitada permitida en el marco del aislamiento social, preventivo y obligatorio, el Ejecutivo local mantuvo encuentros con distintos sectores productivos para evaluar la reapertura de cada rubro.
