Autoridades de la Escuela 791 ofrecieron la cocina de su establecimiento y su tiempo para ayudar al comedor del Chanico Navarro que funciona de lunes a sábado en la sede vecinal y entrega más de 400 viandas a familias vulnerables. También colaboran con 15 kilos de pan por día y diferentes donaciones de los profesores.
Alicia Tolosa, directora de la Escuela N° 791, contó en diálogo con La Portada que hace tiempo viene trabajando en conjunto con la Junta Vecinal del Barrio Chanico Navarro, que preside Elida Melin, en la organización de eventos y bingos para recaudar fondos.
“Cuando surgió la cuarentena, me acerqué a hacer una donación a la sede y vi que la cocina era muy pequeña y que cocinaban dos ollas a todo motor en un anafe. Elida me comentó que siempre había personas que se iban con el tupper vacío porque no les alcanzaba para cocinar más y me agarró mucha angustia porque en frente está la cocina del SUM de la Escuela”, confió la directora.
En este sentido destacó que la cocina del establecimiento educativo se encuentra “súper equipada” gracias al trabajo de la escuela y la Cooperadora. Hoy tienen una amasadora, procesadora, bandeja y una cocina de seis hornallas con un horno grande.
Asimismo sostuvo que “nosotros siempre tuvimos la partida para el refrigerio pero como es muy limitada optamos por cocinar nosotros mismos y tenemos porteras que hicieron la capacitación de cocina y les gusta hacerlo”. Todo el panificado se hace en la escuela como así también se elaboran 300 desayunos y meriendas por día.
Alicia averiguó con el supervisor cómo podía solicitar el permiso del Ministerio de Educación para poner la cocina de la escuela a disposición del comedor y le sugirieron que la Municipalidad lo pida por nota. De esta manera se comunicó con Fabiana Vázquez, secretaria de Desarrollo Social, y el intendente firmó la nota que luego elevó.
“Armé un dispositivo con un grupo de profesores y una persona que esté a cargo de la cocina, que casualmente es mi hijo, que es cocinero y quedó varado en la ciudad por la cuarentena. Propuse que trabajara ad honorem para que estuvieran todas las garantías dadas y no me rechazaran la propuesta”, explicó.
Finalmente, después de 15 días, el ministro de Educación firmó la nota. La directora, por su parte, ya había puesto la cocina en marcha ante la necesidad del comedor. “Hace quince días que vengo cocinando porque sabía que se iba a demorar”, expuso.
Todos colaboran, ya sea cocinando, donando productos o depositando dinero en una cuenta que luego se usa para hacer compras todas las semanas en función de lo que necesiten las chicas de la Junta Vecinal.
Las donaciones se pueden acercar a la sede vecinal del Chanico Navarro ubicada en Pintor Antúnez y Magallanes. “Nosotros todos los días hacemos la masa con 10 kilos de harina que equivalen a 15 kilos de pan y estamos de lunes a sábado desde las 8.45 hasta las 13 horas aproximadamente”, relató.
Alicia contó que “muchas de las familias que van a buscar las viandas a la Junta Vecinal son las de nuestros alumnos entonces forman parte de nuestra comunidad educativa y en estos tiempos de pandemia, pese a que muchos profes están en retención de servicios porque a la fecha no han cobrado el mes de marzo, entendemos la situación de nuestra comunidad y sabemos que hay gente que la está pasando muy mal”.
Opinó en este sentido que hoy “falta mayor colaboración de quienes administran nuestros recursos, que son los políticos, tanto a nivel provincial como municipal porque nada le cuesta al Ministerio de Educación poner a disposición los edificios públicos que en definitiva los sostenemos todos con nuestros impuestos”.
“Mientras hay mucha gente que está haciendo un enorme sacrificio estando en sus casas, privándose de ofrecer servicios para poder tener sus ingresos personales, hay otros que transitan estas miserias políticas y son incapaces de planificar y tomar decisiones en conjunto, más allá de la bandería partidaria”, finalizó la directora.