Con las elecciones de noviembre cada vez más cerca, el presidente de EE.UU., Donald Trump, ha apostado todo su capital político a la reapertura de la economía que registra su mayor tasa de desempleo desde 1930 y, al mismo tiempo, ha aceptado el riesgo de que esa decisión provoque una segunda ola de contagios.
Los responsables económicos del Gobierno de Trump este domingo desfilaron por las grandes cadenas de televisión con un mismo mensaje: existen protocolos para minimizar el riesgo de volver al trabajo y es necesario hacerlo cuanto antes para paliar los estragos del parón económico