El convulsionado gabinete del gobernador Arcioni sigue sacudiéndose con los cambios que se producen todos los días. Ayer miércoles se terminó de confirmar el lugar que ocuparía Ariel Molina, a quien en Corcovado ya no le dicen El Tapado sino El Fugado. Según lectores de EES en esa localidad cordillerana, la herida en un brazo con la que Molina llegó a Rawson fue la consecuencia de una dura disputa conyugal y no causada por un perro.
Molina se cansó de relatar que había sido producto de una mordida de un perro, pero en realidad su apuro por trasladarse a las «ligas mayores» de la política provincial fue provocado por una fuerte reyerta conyugal que le causó termino una lesión en su brazo. Por ahora no puede regresar.
Molina sostuvo en varios medios periodísticos que venía a sumar al gabinete sin importar el lugar donde le tocase jugar. Sin embargo, montó en cólera cuando se entrevistó con el secretario Meiszner y este le informó que le tenía preparado una subsecretaría.
Molina -que ya les había dicho a todos en su pueblo que venía a «salvar» la gestión del gobernador- se retiró de la reunión bastante enojado y raudamente fue a verlo a Arcioni para reclamarle un puesto más importante.
Finalmente logró que le dieran una secretaria de Estado, nada menos que la estratégica Secretaría de Contrataciones.
Adiós a Coria
Esta secretaría estaba ocupada por Lorena Coria, esposa del poderoso empresario Gustavo García Moreno, socio de un empresario que parece sufrir serios traspiés últimamente, Jorge Aidar Bestene.
Lorena Coria fue quien diseñó la estructura que tiene hoy el gobierno provincial desde el inicio de la segunda gestión Arcioni. Venía de ser vocal del Tribunal de Cuentas y se decía que era quien le iba a dar «transparencia» a todos los procesos de compras del estado.
Sin embargo, la estructura que diseñó Coria resultó tan engorrosa y poco eficiente que jamás pudo ser utilizada. Desde el gabinete se la acusa de no haber revisado y advertido de los problemas surgidos con la compra directa a Don León que dejó expuesto al ministerio de Desarrollo Social.
La expulsión de Coria del gabinete significa a los efectos prácticos una ruptura de relaciones entre el gobernador Arcioni y Aidar Bestene. Habrá que esperar para verificar si -como pasó con Relly- es reubicada en otro cargo como consuelo.