Cada vez más cerca del invierno y con un registro de temperaturas más bajas, es inminente volver a encender estufas a gas en los hogares. Es por eso que es importante tener en cuenta los consejos y precauciones de gasistas matriculados, empresas distribuidoras del suministro de gas y el ente regulador para evitar eventuales accidentes.
En una semana en la que el martes 2 de junio ocurrió la trágica explosión en Villa Crespo en la que murieron dos bomberos y otros 15 resultaron heridos, y el jueves 4 evacuaron el Ministerio de Economía por una pérdida de gas, cabe recordar las recomendaciones para evitar accidentes.
Alcides Buchhammer es gasista matriculado y dueño de la empresa GASISTA.com.ar. Consultado por Ámbito, el plomero explicó por qué es necesario tomar precauciones y que los artefactos sean revisados.
“Lo más recomendable es tomar precauciones y que un gasista matriculado las revise antes de la llegada del invierno y el frío porque puede haber un caño de conexión flojo, algo que ocurre comúnmente debido a que se barre o se pasa algo debajo de la estufa y el caño se afloja”.
Según el gasista, “los tirajes de ventilación tanto como la toma de aire y la salida de monóxido tienen que estar en perfecto estado” antes de que la estufa se encienda.
Buchhammer además recordó: “Hay que tener en cuenta no sólo estufas, sino también calefones y termo tanques para evitar fugas de monóxido de carbono”. “Siempre es bueno que las instalaciones y revisiones las realicen gasistas o plomeros matriculados. Ellos son quienes saben y tienen en cuenta los sistemas de seguridad que tienen que llevar”, recomendó.
Desde el Ente Nacional Regulador del Gas (ENARGAS) difundieron los recaudos a tener en cuenta.
10 consejos de ENARGAS
La llama tiene que ser siempre azul. Si es amarilla o anaranjada el artefacto está combustionando mal y es motivo para hacerlo revisar por un instalador matriculado.
Revisar una vez al año los artefactos de gas por un gasista matriculado, preferentemente cuando bajan las temperaturas.
Colocar rejillas de ventilación permanentes. Son obligatorias para todo artefacto de cámara abierta.
Chequear siempre que los conductos de evacuación de gases no estén rotos o tengan obstrucciones.
Es peligroso usar hornallas y hornos para calefaccionar.
Mantener las hornallas de la cocina limpias de líquidos y alimentos porque eso obstruye los quemadores y genera una mala combustión.
No tapar los artefactos con cortinas ni muebles.
Las estufas a gas instalados en baños o dormitorios sólo deben ser de tiro balanceado.
Tomar precauciones y dejar siempre un poco la ventana abierta; es importante que haya circulación libre de aire desde el exterior.
Si va a habitar una vivienda que permaneció cerrada por mucho tiempo, haga revisar las instalaciones internas por un gasista matriculado.
El riesgo del monóxido de carbono
Según estimaciones del Ministerio de Salud de la Nación, cada año mueren 200 personas por intoxicación por este gas.
Desde ENARGAS alertaron que el monóxido es altamente venenoso, se propaga rápidamente en el aire del ambiente y “es imposible percibirlo porque no tiene color, no tiene olor ni sabor y no irrita las mucosas”.
La intoxicación se da una vez inhalado y cuando se combina con la hemoglobina a través de los pulmones e impide que el oxígeno llegue a los órganos vitales.
Según comunicó el ente, los signos de intoxicación «son muy similares a los de la gripe o una intoxicación alimentaria”, por eso hay que mantenerse atento.
Síntomas de intoxicación por monóxido
– Intoxicación leve: se manifiesta con debilidad, cansancio y tendencia al sueño; dolor de cabeza, náuseas y vómitos; dolor de pecho y aceleración del pulso en la primera fase.
– Intoxicación grave: puede producir temperatura corporal baja; inconsciencia, respiración irregular, convulsiones, pulso lento y/o irregular, tensión arterial baja, y hasta paro respiratorio.