Los parques de Walt Disney World, con el apoyo del gobernador de Florida Ron DeSantis, continúan adelante con sus planes de reapertura total, a pesar de que el llamado «Estado del Sol» registra un notable aumento de casos y muertos por coronavirus.
A contramano de las pautas federales que establecen que los estados deben ver una disminución en los números casos de 14 días, Florida ha impulsado la reapertura de negocios y escuelas, principalmente de tal vez su principal polo de atracción, Walt Disney World Resort, en Orlando.
Un día promedio en el complejo que cuenta con cuatro parques temáticos recibe a cerca de 250.000 visitantes, según la Asociación de Entretenimiento Temático, citada hoy por NBC News.
Todos los parques de Disney en Orlando (al igual que en California) cerraron a mediados de marzo cuando la pandemia comenzó a extenderse por todo Estados Unidos.
Ahora, los que funcionan en Florida reabrieron con un conjunto de nuevas medidas de seguridad destinadas a evitar una mayor propagación del virus.
Además de las máscaras obligatorias y el distanciamiento social, los visitantes necesitarán reservas para ingresar a los parques. Incluso para ingresar al parque, los huéspedes y los empleados deberán pasar un control de temperatura, según Télam.
Explota el coronavirus en Florida
En plena disputa política por la dimensión real de la pandemia y la necesidad de imponer medidas preventivas y restrictivas más importantes, el presidente Donald Trump reforzó su discurso relajado frente a la crisis sanitaria y decidió visitar este sábado Florida, uno de los estados más golpeados, cuyo gobernador se niega a frenar la reapertura económica.
Según cifras oficiales, solo en el último par de semanas, el número de hospitalizaciones creció un 74% en el condado de Miami-Dade -donde estuvo Trump-, un 88% si solo se tiene en cuenta la terapia intensiva y un 123% el uso de respiradores automáticos.
La tasa de positividad -es decir, el número de casos positivos sobre la cantidad de tests realizados- es actualmente del 28%, cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que debe ser de alrededor del 10%.
El estado de Florida, el cuarto en número de casos de COVID-19 en Estados Unidos, sobrepasó nuevamente este sábado los 10.000 nuevos confirmados al sumar 10.383 en 24 horas, para llegar al total de 254.511 personas contagiadas y a 4.197 muertes de residentes asociadas con el nuevo coronavirus.
Sin embargo, el gobernador de Florida y férreo aliado de Trump, el republicano Ron DeSantis, reiteró hoy que «no existe ninguna razón para no seguir avanzando» con la reapertura económica.
El gobernador, como otros aliados de Trump, aclaró también ante la prensa que coincide con el mandatario y pidió que en septiembre, en el inicio del año lectivo, se abran las escuelas con normalidad, algo que los sindicatos de docentes, epidemiólogos y especialistas en educación han rechazado.
Florida, Texas y California son los tres estados más poblados de Estados Unidos y los tres tienen una curva de contagios en pleno ascenso hace al menos dos semanas.
Texas registró este sábado 9.765 nuevos casos y 95 fallecidos en las últimas horas, lo que elevó el total a 240.111 y 3.013, respectivamente, según la cadena de noticias CNN.
California, por su parte, sumó hoy casi 7.800 casos y 140 muertes, lo que llevó el total a casi 304.300 y 6.851, respectivamente.