El presidente Alberto Fernández, confirmó este lunes que «es muy difícil» que se modifique la última propuesta de pago que se hizo a los bonistas en la negociación de la deuda emitida bajo legislación extranjera, en respuesta a la contraoferta presentada esta tarde por tres grupos de acreedores.
«Vamos a seguir hablando y negociando sabiendo que Argentina ha hecho un enorme esfuerzo ya con la oferta que ha hecho, es muy difícil hacer una oferta mejor», advirtió el mandatario en una entrevista concedida a la Televisión Pública.
«Esperábamos ésto», añadió en referencia a la decisión de estos acreedores de rechazar la propuesta del Gobierno argentino formulada el 6 de julio pasado.
Fernández explicó más tarde que «lo único que pasó es que se formalizó la posición de un grupo de bonistas», pero volvió a enfatizar la difícil situación de la Argentina
«Es imposible que nos podamos mover del último esfuerzo que hicimos, que fue muy grande», sostuvo.
Además, consideró que si el Gobierno mejora lo que propuso a comienzos de julio «empieza a poner en riesgo el mañana».
«No queremos que hagamos una oferta que ponga en riesgo a los sectores más vulnerables», subrayó el jefe del Estado.
Apuntó a que el país «necesita sacar de la pobreza a un número muy importante de argentinos y no lo puede seguir exigiendo a esos argentinos más esfuerzos, la deuda debe ser sostenible, la podemos pagar en el tiempo y no a costa de sectores vulnerables».
Esta tarde, tres grandes grupos de acreedores anunciaron que presentaron una nueva contraoferta para restructurar la deuda emitida bajo legislación extranjera por alrededor de US$66.000, al tiempo que explicitaron su rechazo a la última propuesta del Gobierno argentino.
La decisión fue transmitida por el Grupo Ad Hoc de Accionistas de Bonos Argentinos, el Comité de Acreedores de Argentina y el Grupo de Accionistas de Bonos de Intercambio.