Más allá de la gran frexibilización que hay en la ciudad de Esquel, una de las actividades que no volvió a activarse fue la de los feriantes. Tradicionalmente, los fines de semana se realizaba una gran feria en la calle Don Bosco donde participaban alrededor de 500 vendedores, lo que significa para ellos una ayuda económica.
Este lunes por la mañana, feriantes se acercaron a la Municipalidad para intentar hablar con el intendente Ongarato y solicitar alguna respuesta a su petición.
En diálogo con Red43, una de las referentes de la feria de la calle Don Bosco, Marcela Cirilo, comentó: «Habíamos presentando una nota para que nos habiliten la feria en la calle Don Bosco. A fines de junio me llamaron y nos propusieron que consigamos un lugar cerrado. En estos dos años no conseguimos ninguno y la idea es que sea prestado. Necesitamos volver a la feria. Hay más de 500 feriantes, entre ellos madres soltaras que están vendiendo. Hoy por hoy, a pesar de la página, el grupo de compra venta y WhatsApp, hay personas que necesitan ir. En otros lugares han habilitado las ferias y queremos una respuesta para volver a la vereda».
Por su parte, Mariana Santul agregó: «En la feria de la 112 se hizo todo. Se marcó el piso, se midió, se dijo cuántas personas iban a entrar y tampoco le dieron una respuesta. Porque si no hay clases dicen que no se puede. También hay gente de Trevelin que viene a hacer feria. Para algunas personas era algo necesario porque trabajabas el fin de semana y otros trabajitos durante la semana. La mayoría compraba ropa en la feria porque es más barato y no todo el mundo puede entrar a una tienda a comprar un jean a 2000 pesos»
Además, opinaron sobre la propuesta de armar la feria en un lugar cerrado: «Creo que molestó que les ocupemos la calle, porque la respuesta de conseguir un lugar cerrado, ¿dónde van a estar 300 personas en un lugar cerrado? No nos van a dar el gimnasio municipal para que estemos los 500 feriantes. En la Trochita vamos a estar al aire libre y nos vamos a encargar que las personas estén separadas. Es raro, contradictorio y te da a pensar de que no hay voluntad».
Por último, Marcela Cirilo indicó: «La feria aportó mucho a la ciudad en la economía social. Esto es una cadenita. Los feriantes le compraban la mercadería a los comerciantes y ahora están pasando lo mismo que nosotros. En su momento para ellos era molesto que nosotros hiciéramos feria un sábado, un feriado o un domingo. Esto es una cadena. Antes la feria aportó mucho a los comerciantes en el sentido de la mercadería».