Adrián no habla, no puede valerse por sí mismo, ni expresarse y requiere de atención permanente. Desde que nació su familia lo acompañó a cientos de especialistas y todos llegaron a la misma conclusión: no hay una cura ni posibilidad de mejoras.
«Nació así, con parálisis cerebral y crisis convulsivas. Fuimos a Buenos Aires, estuvo en el Hospital Garrahan, donde lo medicaron bien, pero no se pudo hacer nada y no hay ninguna esperanza de mejora. Por eso pedimosterminar con su sufrimiento y que descanse», dijo Eva Briñócoli, madre de Adrián.
El joven vive junto a sus padres en el barrio Candelaria, en las afueras de la ciudad de Posadas. «Él no se puede valer por sí mismo, tenemos que cambiarle los pañales, higienizarlo, darle de comer, nadie puede venir a casa y tampoco lo podemos sacar», relató la madre.
Según contó Briñócoli, Adrián además se autolesiona, por lo que deben brindarle atención constante para evitar que se cause algún daño.
«Los médicos nos dicen siempre lo mismo: no se puede hacer nada», aseguró Eva. «Yo ya no se si tengo vida por delante, pero también nosotros estamos cansados y además, ¿quién se va a hacer cargo de él cuando no estemos?», se preguntó.
La mujer admitió que está agotada y desesperada, tras años de cuidados permanentes y de todo lo que implica la situación. «Cada vez que convulsiona nos vamos al Hospital Boratti y le dan un calmante porque se le contractura la panza. A veces está tranquilo, porque tomo su medicación, pero otras veces llora y no sé qué le pasa», agrega.
Lo que solicita la familia se conoce como eutanasia directa, y consiste en provocar la muerte del paciente y no está permitida en la Argentina. Por ese motivo,los padres de Adrián buscan que algún juez o autoridad competente escuche su caso. «Mi hijo va a estar toda la vida así. Yo lo veo sufrir», sostuvo. «Si me dicen que soy una madre desalmada, yo pediría que se quedaran un día en mi casa para que vean si soy una loca o lo que sea. Lo estoy pidiendo por la criatura, nada más», cerró.
Muerte digna y eutanasia en la Argentina
La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera eutanasia a toda acción del médico que porque deliberadamente la muerte del paciente. Se realiza en un contexto de sufrimiento o situación irreparable, a causa de una enfermedad sin cura o que no pudo ser mitigada por otros medios.
En la Argentina la práctica se encuentra prohibida y es considerada homicidio.
Dicho término se diferencia, en la legislación argentina, de la idea de «muerte digna» u ortotanasia, que sí está contemplada. La ley 26742, de Derechos del Paciente en su Relación con los Profesionales e Instituciones de Salud, permite a pacientes y familiares limitar los esfuerzos terapéuticos en los casos de «una enfermedad irreversible, incurable o se encuentre en estadio terminal«.
En este caso no se trata de una acción que provoque directamente la muerte del paciente, sino la suspensión de cualquier tratamiento que prolongue la vida en determinadas situaciones, señaló El Observador Del Sur.