Un grupo de científicos de la NASA está desarrollando un sofisticado aparato, diseñado especialmente para recoger y retirar de orbita los residuos diseminados en el espacio. Según explica un artículo publicado por el sitio web «Space», Captura y Eliminación de Naves Obsoletas (OSCAR, según su sigla en inglés) llevará redes y amarras a bordo y trabajará en forma autónoma, con una mínima orientación por parte de controladores desde la Tierra.
«Le decimos a Oscar qué hacer y luego tenemos que confiar en ello», señaló el líder del proyecto, Kurt Anderson, profesor de Ingeniería Mecánica, Aeroespacial y Nuclear del Instituto Politécnico Rensselaer, con sede en Nueva York, Estados Unidos.
Según estimaciones de la Agencia Espacial Europea, 129 millones de fragmentos inútiles dan vueltas alrededor del planeta. De ese total, alrededor de 34 mil miden, al menos, 4 pulgadas de ancho (unos 10 centímetros).
Por su parte, el astrofísico estadounidense Jonathan McDowell estima que hay casi 7.200 toneladas de basura espacial. La mitad de esos objetos corresponde a restos de sondas y cohetes fabricados y lanzados por su país de origen.
La nave espacial Oscar es una cubeta de tipo 3U. Mide 12 pulgadas de largo por 4 pulgadas de ancho y otras 4 pulgadas de alto (30 cm por 10 cm por 10 cm). Cada nave tendrá capacidad para remover hasta cuatro escombros por vez. Los equipos de limpieza se desorbitarán en cinco años, una vez que terminen su trabajo.
Hasta las más pequeñas piezas de desecho pueden llegar a dañar los satélites. En órbita terrestre baja, esos objetos sin uso se desplazan a unos 17.500 metros por hora (28.200 kilómetros por hora). Un sólo impacto podría producir una reacción en cadena y destruir todos los satélites. este fenómeno, conocido como Síndrome de Kessler, fue descubierto en 1978 por el científico de la NASA Donald Kessler.