Lo aseveró a Radio 3 el coordinador de Inspecciones de la Municipalidad de Trelew, Héctor López. Dijo que al no verse afectados por la pandemia, les costó cumplir con las normas básicas como el ingreso con tapabocas o incluso que lo utilicen los propios dueños y empleados. Ese tipo de desaprensiones provocó algunos contagios, según reveló el funcionario municipal.
«Como es habitual el control es sobre lo comercio, sobre todo lo que tiene que ver con la noche, además de las ferias y el ingreso de camiones y mercadería», indicó López sobre los controles del fin de semana.
«No tenemos cambios, los horarios serán de la misma manera, el intendente nos indicó que el funcionamiento debe continuar para que la situación económica siga lo más activa posible», remarcó.
«En general se está cumpliendo, aunque vemos que en los comercios de primera necesidad, a los que nunca les afectó la pandemia respecto del cierre y la venta, les cuesta mucho hacer cumplir el protocolo, el ingreso sin barbijos, que lo use el propio comerciante y sus empleados», analizó.
«El contagio no se genera porque el cliente interactúa con el comerciante, sino porque dentro del propio comercio alguien se contagió en su vida privada y lo traslada a lo laboral, se terminan contagiando los compañeros», expuso.
«En los casos de los comercios de primera necesidad, como mercados, kioskos, verdulerías, carnicerías es donde más se nota el incumplimiento. Ha habido muchas clausuras, aunque no las tuvimos en los últimos días», sostuvo López.
Sin embargo aclaró que «tampoco es necesario que el cliente se registre, porque compra y se va. Los protocolos que se armaron en su momento fueron para los comercios que estaban cerrado».
«Entonces vemos que los de primera necesidad, los de barrio por ejemplo, no tomaran la verdadera dimensión de la situación», insistió.
Un hospedaje que funciona como geriátrico
Respecto del procedimiento que se realizó este jueves en el Hospedaje «Abuela Gerda», indicó que «el geriátrico sigue funcionando con los protocolos sanitarios. Es más, no pudimos entrar al lugar porque no teníamos el equipamiento adecuado».
«En apariencia, la forma en la que viven los abuelos es absolutamente normal y con muchos cuidados. El problema de ellos pasa por lo legal, los papeles y la habilitación, sobre todo por la cantidad de camas que funcionan en relación a la que tienen habilitadas, lo que está fuera de las normas», planteó.
«Tengamos en cuenta que cuando suceden las desgracias, la cobertura de seguro tiene que ver con lo que está habilitado. Esto está habilitado como hospedaje, ello deben cambiar su razón de habilitación», demandó.
«No es lo mismo un hospedaje donde el abuelo se auto sustenta, camina solo, que tiene movilidad propia y no tiene enfermedad de ningún tipo a un geriátrico donde hay abuelos enfermos. Ellos cumplen todos los requisitos para funcionar como un geriátrico, pero no están habilitados como tal», fundamentó López.
«Económicamente es más caro porque hay una obligación de contar con médicos y con autorizaciones del Ministerio de Salud. De hecho están funcionando así. Tal vez cuando empezamos no contemplaban tener abuelos con enfermedades», consideró.
«Ellos hicieron la ampliación que en los papeles no aparece. No presentaron los planos, el proyecto, ni fueron autorizados a funcionar como geriátrico, hicieron las cosas al revés, nunca registraron esta situación», cuestionó el coordinador de Inspecciones.
«El control de geriátricos se hace cada cuatro meses, aunque en este caso hicimos la recorrida porque nos encontramos con este inconveniente. Pero en las recorridas seguramente nos encontraremos con algunos otros», señaló.
Los bares tradicionales, también en la mira
«El casino tiene autorización provincial y nacional, el municipio no tiene injerencia, aunque controlamos la parte de gastronomía, que funcione como corresponde», recalcó López ante una consulta puntual.
«Las cervecerías que estén habilitadas como confitería tiene la posibilidad de abrir de domingo a jueves hasta las 23 y viernes y sábado hasta las 0, siempre con turnos previos», refirió.
«Hemos tenido algún problema con los tradicionales bares, que también funcionan como confitería, en los que hemos hecho varias clausuras por incumplimiento de los horarios, o cierran más tarde o cierran con los clientes adentro para seguir facturando», criticó.
«Los food trucks están trabajando normal, con los mismos horarios de cierre que las confiterías», agregó López.