Este martes, un grupo de científicos del Conicet sorprendió con un peculiar invento: construyeron un cañón de ozono -elemento 3000 veces más potente que el cloro- que permitirá desinfectar los ambientes cerrados y eliminar virus, bacterias y gérmenes.
Los investigadores y técnicos del Instituto Argentino de Radioastronomía desarrollaron un cañón de ozono, esto es, un dispositivo capaz de generar altas concentraciones de ese gas para luego esparcirlo en diferentes espacios y eliminar todo tipo de virus.
El primero de los equipos, según informó el Conicet a través de su sitio web, actualmente se encuentra en proceso de calibraciones y testeos finales para evaluar y caracterizar la calidad de su prestación sanitizante.
Según estimaciones de los profesionales, el cañón podría estar listo para ser presentado ante los entes de control a mediados de diciembre y, una vez cumplido ese paso, podría inclurirse para su comercialización.
Para el Conicet, este instrumento servirá para desinfectar transportes como ómnibus o trenes, aulas de escuelas, oficinas, restoranes, habitaciones de hoteles y geriátricos, salas de hospitales y otros lugares cerrados.
«El ozono, en su justa medida, es el esterilizante y desinfectante más potente que se conoce. Además de ser altamente efectivo es completamente inocuo para seres humanos y animales. Se emplea con absoluta seguridad y resultados óptimos e infinitamente más confiables que los que se consiguen con productos químicos», explicó Gustavo Romero, investigador del Conicet y director del IAR.
En tanto, agregó: «Posee una gran capacidad destructiva para los virus y bacterias. Se acopla a la estructura molecular o a la membrana lipídica, que es la grasa que recubre a las bacterias, destruyéndolas».
Fuente: La Nación