En Estados Unidos, un grupo de reclusos del Centro de Detención de la ciudad de El Paso, en Texas, fue contratado para ayudar a trasladar los difuntos por COVID-19 a morgues móviles improvisadas que incrementan los contagios tanto en la nación como en el estado.
La morgue de El Paso está tan abrumada por el número de personas que fallecen a causa del virus que se están trayendo presos de la penitenciaria de la ciudad para ayudar con el exceso de cuerpos en espera de la autopsia.
En ese sentido, el portavoz de la Oficina del Sheriff de dicha localidad, Chirs Acosta, aseguró que entre 4 y 8 presidiarios del programa de fideicomisarios del centro de detención se ofrecen como voluntarios todos los días de las 8:00 a. m. a las 4:00 p. m. desde el pasado 9 de noviembre.
Los reos que transportan los occisos a las morgues móviles son delincuentes menores y los que se encuentran en custodia mínima.
En los videos, difundidos en las redes sociales, se puede observar a los reclusos con el equipo de bioseguridad sobre sus uniformes de la cárcel a rayas blancas y negras mientras llevan los cuerpos a la parte trasera de uno de los remolques refrigerados, que sirven como depósito de cadáveres móvil, instalados a escasos metros de la Oficina del Médico Forense en El Paso.
Decenas de usuarios de Twitter manifestaron su descontento por la decisión de emplear presos para trasladar muertos, calificando la situación como “esclavitud moderna” y comparando a Texas con un país del tercer mundo.
Sin embargo, según Acosta, aunque mayormente la labor que estos reos hacen en la comunidad no sea pagada, ellos “se negaron a trabajar a menos que fueran compensados”. Por lo que se les remunera 2 dólares por hora de trabajo.
Después de que la semana pasada Texas reportara más de un millón de casos de coronavirus y la cifra de muertos debido al virus llegara a 20.000, El Paso trajo 10 morgues móviles, siendo una de las ciudades con el mayor aumento de infectados.
Fuente: La República