De ese hecho nunca más se habló, pero si hoy se busca en Google alguna información de Gómez Ocampo, está entre lo primero que aparece y que retumbó como noticia insólita en todo el mundo, principalmente en la Argentina: la del momento en que el tristemente célebre “Tero Gómez” se trasformó en víctima de la delincuencia en Trelew, en las inmediaciones de una feria callejera, usando el vehículo oficial y –según se dijo en ese entonces—mientras andaba acompañado de “una misteriosa mujer” que aparentemente era empleada policial.
Al “Tero” Gómez Ocampo le llevaron pertenencias del coche, que pertenecía a la policía del Chubut; después de abrirlo de manera violenta a los minutos que lo dejara estacionado en una calle del barrio San Martín, en la zona norte de Trelew.
Fue a plena luz del día y en las inmediaciones de un lugar que estaba poblado de gente. Por esos días –como hoy—la seguridad en la ciudad era un verdadero desastre con robos, asaltos y hechos de violencia por todos lados.
La insólita nota la dieron en la comisaría Segunda cuando llamó Gómez Ocampo denunciando el robo y solicitando el envío de una patrulla con personal que hiciera las actuaciones de rigor. Increíblemente, quien le atendió el teléfono no le creyó que era el subjefe de policía y hasta dicen que tuvo que amenazar con serias sanciones disciplinarias para que aceptara que le estaba diciendo la verdad.
Lo decepcionante para Gómez Ocampo fue que lo desconocieran en la comisaría en la que tenía a dos “operadores” de él como jefes.
Esto sucedió en junio del año pasado, “El Tero” Gómez se enojó mucho por la difusión de la noticia y nunca se supo, efectivamente, qué fue lo que el ladrón que le saqueó el auto le llevó. Se habló de una campera, de un equipo manual de comunicaciones y del autoestéreo del coche.
El caso volvió a ser comentado en estos últimos días como algo anecdótico porque son cada vez más fuerte los rumores que dicen que Gómez Ocampo podría ser uno de los que se vaya el año que viene de la policía. Desde el seno de la Jefatura comentan que ha tenido ya varios enfrentamientos con el jefe de la institución y que estaría preparando su desembarco en el Poder Judicial el día en que un íntimo amigo suyo –si es que la suerte lo acompaña—llegue a ser ministro de la Corte provincial.