Un otoño más cálido y con menos lluvias se espera en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) y la costa atlántica entre otras regiones, a raíz de la persistencia del fenómeno de La Niña, una variable climática que el año pasado fue la principal causante de la prolongada sequía que se vivió en casi todo el país, según un estudio del Servicio Meteorológico Nacional.
El informe asegura que existe una probabilidad de que en el trimestre febrero, marzo y abril el centro este de la provincia de Buenos Aires y el sur de Entre Ríos tengan temperaturas superiores a los valores normales y menos lluvias.
En esa región, el rango normal de precipitación para ese período es entre 250 y 350 milímetros y la temperatura media es de 18 grados.
Del mismo modo se esperan en las provincias del NOA, precipitaciones superiores a los valores normales para esta época.
La meteoróloga del SMN Cindy Fernández dijo a Télam que el fenómeno climático conocido como «La Niña» permanece activo en la región desde septiembre pasado y se prevé que continúe al menos hasta principios de abril.
«Es uno de los factores más importantes para que se generen estos valores de precipitación y temperatura», dijo la meteoróloga.
«No es que habrá sequía con altas temperaturas, sino que se esperan valores de precipitación inferiores y de temperaturas superiores al promedio normal para esta época del año» en esa región, detalló.
«En un año normal en donde no hay nada que afecte a la atmósfera, la probabilidad de que tanto la temperatura como la precipitación sea normal es alta pero ahora se espera que la atmósfera tenga perturbaciones, lo que hace que una de esas categorías sea más favorecida que otra», explicó Fernández.
La especialista reiteró que esto «no necesariamente implica que haya sequía, ya que para que eso ocurra el suelo no tiene que tener agua. El estudio indica que lloverá menos que lo habitual».
«El trimestre febrero, marzo y abril es uno de los más lluviosos en esa zona. Es probable que llueva mucho pero lo que se espera es que llueva menos que en una temporada clásica», detalló la meteoróloga.
Fernández indicó que el fenómeno de La Niña lo que hace es «favorecer condiciones más cálidas en parte del norte y del centro de la Argentina» y agregó que cuando tenemos un verano con Niña, «las temperaturas son más elevadas y las lluvias suelen ser menores en Buenos Aires y en parte del Litoral».
También adelantó que el año que viene para esta época «puede que aparezca el fenómeno climático de «El Niño y en ese caso el pronóstico será completamente opuesto al que hay ahora».
En el NOA en tanto se espera para estos tres meses lluvias superiores a las normales y localmente «puede haber eventos de inundación», dijo Fernández y destacó que la tendencia «es que en la región pampeana haya una mayor probabilidad de tener lluvias inferiores a las normales y en el NOA superiores a las normales».
Aseguró que estas variaciones «estuvieron ocurriendo durante todo el año pasado, en donde hubo una sequía muy amplia y extensa en todo lo que es el centro y norte del país y además fue el segundo año más caluroso de los últimos 60 años».
Este mismo esquema se viene repitiendo igual que el año pasado «aunque si bien en algunas lugares como Córdoba mejoró la situación hídrica, ya que esa provincia tuvo un enero con bastantes lluvias, hay lugares del país que continúan con déficit de precipitaciones».
En este sentido la meteoróloga detalló que «entramos en la temporada de lluvias y observamos que está lloviendo más pero todavía no se alcanzan los niveles normales».
El fenómeno de La Niña se instaló el año pasado sobre el Océano Pacífico y sus efectos alcanzarán a Latinoamérica durante todo este año.
La Organización Mundial de la Meteorología (OMM) detalla que este fenómeno produce un enfriamiento a gran escala de las temperaturas de la superficie del océano, junto con cambios en la circulación atmosférica tropical, como vientos, presión y precipitaciones.
De acuerdo a la OMM se espera que los efectos de La Niña sea este año «de moderado a intenso»