De ninguna manera vamos a presentarlo, algunos sabrán de quién estamos hablando; escribe para uno de los diarios más massonistas de la provincia, lo hace bajo un seudónimo, habla de Chubut pero lo hace escribiendo desde su reclinable en Mendoza (para que nos demos una idea del conocimiento que tiene de la realidad chubutense).
En una editorial que tituló “Aprendiendo a vivir con el caos” dijo que “el problema con Massoni, alguien muy poco querido en los sectores de izquierda y supuestamente «progres» del peronismo, es que MIDE BIEN en sectores medio-altos de la sociedad, pero también «corta» por abajo, de acuerdo a lo que cuentan en Fontana 50.”
Agregó también que “En la semana que pasó, un sitio especializado en asuntos políticos que se edita en la CABA dio cuenta del conflicto, con especial atención EN LAS MEDICIONES DE MASSONI, que por lo que se sabe tienen algún tiempo”; cómo se nota lo que es la desesperación de sus jefes para que perciban la pauta que tanto lloran todos los meses.
Además, denotando un “arcionismo” vomitivo y repugnante se encargó de dedicarle al gobernador en un sector de la editorial cerca de cinco párrafos seguidos para victimizarlo y realizando así un intento patético de lograr que el público se compadezca con semejante personaje nefasto, un verdadero intento deliberativo de subir la imagen política del titular del poder ejecutivo provincial, tarea realmente imposible.
“Arcioni le ha tocado vivir una semana de plomo derretido sobre la piel”, “El gobernador no le presta atención a los modos de la política. No le interesan. No le importa. Tuvo una vida antes de la política y la tendrá después en su profesión.”, “«Si todo esto que estoy pasando ahora sirve para que lo que venga después sea mejor que todo esto que se ve, habré estado satisfecho», suele decir Arcioni a sus íntimos.
Siente que de algún modo se está inmolando en un mundo político que no le interesa y del que se cuida poco”… y unas sarta de barrabasadas más que nos damos cuenta desde dos océanos de distancia los efectos alucinógenos que provoca el olor a sobre papel madera que inhala todos los meses.
Pero se animó a mas, reivindicó la “Megaminería”, atacó a los que están en contra del proyecto con agravios encubiertos como: “frente a los ambientalistas, la sensación de cualquier economista se parece a la del científico frente a los defensores del dióxido de cloro: ese sentimiento de pesadumbre que suele provocar tener que explicar los conceptos más elementales y evidentes… ¿En serio hay que explicar que la productividad importa, que crecer es bueno y que se necesita exportar para excluir?”, a éste individuo realmente habría que llevarlo a la provincia de Catamarca (la provincia más “rica” en cobre del país) y que se quede allí viviendo por 10 años para que vea lo que es el “desarrollo extractivista” del que tanto habla, se va a dar cuenta más temprano que tarde que lo que abunda allí no es crecimiento sino pobreza, baja expectativa de vida gracias al veneno residual de cobre que contamina la sangre de los lugareños y el único -desarrollo- que existe es el de las empresas internacionales que trabajan en la extracción del metal y el de los magnates que están detrás también; pero se ve que a éste “periodista” la inteligencia lo persigue, pero él en realidad es mas rápido.
No se podía sellar esta bazofia de análisis pseudo-polÍtico de otra manera que no sea con el disparate de que: en sus palabras, la disidencia al proyecto de zonificación minera no sería “mayoritaria” aún; y claro, ¿Cómo lo va a saber si se encuentra escribiendo a 1578.5 kilómetros de distancia de nuestra provincia, babeando los sobres de papel madera con contenido apreciable todos los meses?
En conclusión, estos son los “periodistas” que protegen los intereses de políticos despreciables como Massoni y Arcioni bajo vaya a saber uno que trueque de fondo.