Un informe de Periodismo para Todos, el programa de Jorge Lanata reveló que 400 millones de pesos, destinados como ayuda «se hicieron humo» en Lago Puelo, Chubut, donde en marzo un incendio sin precedentes devastó la ciudad.
Entonces el Gobierno prometió reparar o fabricar viviendas afectadas y dispuso una serie de partidas de emergencia que incluyeron ATN (adelantos del Tesoro Nacional) y fondos de la Secretaría de Hábitat que sumaron la millonaria partida que expuso la periodista del ciclo Cecilia Boufflet, encargada del informe y enviada al paraje patagónico.
El destino principal de los fondos era entregar 250 viviendas de emergencia, rápidamente, para quienes perdieron sus casas por el fuego. Pero PPT relevó y reveló que no hay casas entregadas hasta el momento.
Ahora, en la Justicia, el fiscal general de la provincia Carlos Díaz Mayer, investiga si con los ATN se pagaron sobreprecios en las compras y se favoreció a un único proveedor.
Es que la Municipalidad adquirió a través de compras directas los insumos en un comercio de El Bolsón, mientras que en la localidad de Lago Puelo había oferentes que presentaron propuestas más económicas.
En el informe expusieron algunos ejemplos de esa investigación: que el gobierno municipal compró termotanques a 38 mil pesos que había precios por 18 mil e inodoros por 33 mil pesos que costaban 22 mil.
El concejal Ramiro Ibarra, del partido vecinalista Crecer, fue quien presentó la denuncia en la justicia, y tras hacerlo, su local partidario fue vandalizado.
«Fueron convenios que se aprobaron rápidamente en el Concejo Deliberante porque se entendía que eran soluciones para 15 o 30 días, como mucho, para que la gente tenga un lugar para vivir provisoriamente», dijo el edil, entrevistado para PPT Box.
Y agrego: «En 10 días deberíamos haber tenido gente viviendo en su módulo de emergencia y lamentablemente son seis meses y no hay un solo vecino que esté viviendo en el módulo de la municipalidad de Lago Puelo».
Módulos de aglomerado, en el frío del Sur
El informe incluyó los testimonios de varios damnificados que mostraron las supuestas viviendas de emergencia que sí les ofrecieron, ninguna terminada.
Son unos precarios módulos, de aglomerado con aberturas sin terminar -en el informe se veía las hendijas por las que soplaba el viento patagónico-, sin vidrios y con puertas que no cierran porque al no tratarse la madera se hinchó y salió de escuadra.
Sin divisiones internas en las pequeñas cajas que asemejan a un container, con el cableado eléctrico expuesto y sin ningún servicio aún, resultan inhabitables para las extremas condiciones de la zona.
Además, las fabricaciones están elevadas sobre troncos de madera recuperada de los propios incendios, sin tratamiento, que los vecinos aseguran que se pudren en menos de un año. Y sin escalerillas, el ingreso es dificultoso, más aún para adultos mayores damnificados.
Es el caso de la madre de Ivana Trangol. Ambas perdieron sus casas ante el fuego. «Nos dieron una ayuda de 400 mil pesos. A mi mamá no le dieron nada de plata, sino un módulo. Es una mujer mayor. Va a tener que subirla alguien porque no puede subir sin escalera», dijo en la puerta de la construcción sin terminar que le asignaron: está a casi un metro del suelo.
«Hace un mes que no viene nadie -denunció-. No sabemos si esto va a quedar así. No tiene luz, gas, agua, nada. Las ventanas están puestas así nomás y les falta un vidrio».
Mientras mostraba las condiciones de lo que debería ser el lugar donde debería alojarse su familia, no pudo contener sus lágrimas. «Mi mamá no vino a ver esto. Está desanimada, muy triste», dijo.
El llanto también fue conmovedor en Ángel Oyarzo, también víctima de los incendios y bombero que actuó para apaciguarlos.
«Estuvimos hasta las 6.30 de la mañana hasta que me llamó mi señora y me dijo ‘tenemos un foco tras la casa’, relató el brigadista de incendios forestales y no pudo seguir hablando. «Cuando llegamos era todo polvo», agregó desde el playón negro que quedó de su casa. «Nadie del Gobierno vino», agregó.
Fuente: Clarin