El intendente de Rawson, Damián Biss, se incomoda y le cuesta responder cuando le consultan por el destino de los $ 110 millones que ingresaron a las arcas municipales por la venta del macizo en Plaza Unión al Sindicato Regional de Luz y Fuerza de la Patagonia.
“Estamos asfaltando una avenida en Playa Unión, la calle Lezana, que es una avenida muy ancha y la hicimos 100 por ciento por administración. Esa obra comprende 8 o 9 cuadras y la vamos a inaugurar antes de fin de año. Una cuadra de hormigón está costando 4 o 5 millones de pesos en materiales”, intentó justificar el intendente, algo ofuscado, cuando la semana pasada lo consultaron desde una radio.
“Además hicimos un gran trabajo de bacheo, que todavía es insuficiente, pero en hormigón ya gastamos el equivalente a 10 cuadras nuevas de pavimento y modernizamos tecnológicamente el municipio”, prosiguió, tratando de arrimarse, como sea, a los desaparecidos $ 110 millones. Según el intendente, el municipio destinó $ 40 millones a obras de bacheo en los últimos 3 meses.
La Ley II N° 64 prohíbe utilizar los fondos de la venta de tierras fiscales para el pago de haberes. En su artículo 14 establece: “Los recursos provenientes de la venta de activos fijos de cualquier naturaleza de los Municipios o Comisiones de Fomento, no podrán destinarse a gastos corrientes ni generar aumentos automáticos de ninguna naturaleza”.
El intendente Biss conoce la ley, es consciente de que no puede pagar sueldos con fondos provenientes de la venta de tierras fiscales pero las delgadas arcas municipales lo tienen acorralado. Públicamente niega, con todas las convicciones que encuentra, que haya gastado la plata en el pago de haberes.
En los pasillos de la secretaría de Hacienda aseguran por lo bajo que los $ 110 millones se gastaron en el pago de los sueldos municipales. “Esa plata duró un suspiro”, ironizó una fuente que habló con este medio. “Fijate que los sueldos de agosto y septiembre, que fue cuando entraron esos fondos, se pagaron en tiempo y forma, en cambio los haberes de octubre, que se paga los primeros días de noviembre, salieron escalonados”, explicó.
Cabe recordar que el 22 de octubre pasado el gobierno provincial otorgó a Biss $ 15 millones para “cubrir desequilibrios financieros de ese municipio”, dinero que se utilizó para cubrir el primer escalón del pago de los salarios, que lo comprenden las categorías más bajas.
Una ganga para Luz y Fuerza
La polémica operación con Luz y Fuerza se concretó el 10 de agosto pasado, el Sindicato compró al Municipio un macizo que contiene 72 lotes por 110 millones de pesos, abonados en dos cuotas. El valor de cada lote fue de $ 1.527.777, un precio irrisorio, prácticamente un regalo para uno de los gremios con mayor poder económico en la provincia.
A penas 3 meses después de esa operación, el municipio volvió a vender tierras fiscales, esta vez a precios más acordes al mercado. El 4 de noviembre se remataron 5 lotes en la misma zona de la ciudad (Playa Unión) y los precios variaron entre los $ 4.6 millones y los $ 9.3 millones. Todos abonados de contado. En apenas 90 días, la secretaría de Planificación, Obras y Servicios Públicos, a cargo de Fernando Vosecky, revalorizó el precio de la venta de sus tierras fiscales entre un 300 y un 600 por ciento.
Con estos 5 terrenos, el municipio recaudó casi 35 millones de pesos. ¿Vendrán nuevas obras para la ciudad, tal como lo establece la Ley, o se irán con el aguinaldo del mes que viene?