Este jueves se conoció que Argentina registró en la última semana la tasa de positividad más alta del mundo con el 57,30% de testeos positivos para coronavirus.
Vale destacar, que la tasa de positividad se calcula a partir del número de casos confirmados y el número de test realizados. Por falta de recursos, de dinero, de test, de organización y demás cuestiones coyunturales, el país no mantuvo una política de testeo importante.
De hecho, si uno observa la tabla mundial de test de COVID realizados desde el comienzo de la pandemia y teniendo en cuenta que se toman los 200 países en el mundo, el sitio Worldmeters muestra que nuestro país se ubica en el puesto 104 de países que más test hicieron de coronavirus por millón de habitantes.
Argentina no está dentro de los primeros 100 países que más testearon a su población desde el inicio de la pandemia, un dato preocupante para poder tener estadísticas certeras y a partir de esos datos trazar la mejor estrategia sanitaria posible para enfrentar la enfermedad, bajar los contagios, priorizar las vacunas y en definitiva, tener menos pacientes internados en UTI o fallecidos.
Así, hasta ayer, Argentina tenía 651.499 test por millón de habitantes. Muy lejos de los 1.064.452 de Alemania, 1.449.374 de Chile, 1.672.354 de Rusia, 2.229.265 de Australia, 2.882.478 de Francia, 6.239.685 de Reino Unido y Dinamarca, el país que más testeó, con 19.164.733 pruebas efectuadas.
Esa falta de testeos hace que el índice de positividad sea más alto. El martes, Argentina volvió a superar su récord de contagios con 134.439 casos en un día y alcanzó la positividad más alta del mundo con el 66,14%, seis veces más de lo que sugiere la OMS.
Tomando los últimos 7 días, Argentina trepó al 57,3%, según el sitio Our World in Data, que recopila las estadísticas mundiales sobre la enfermedad.