El mapa de calor generado por la NASA muestra los países de América del Sur al «rojo vivo». Pero dos días después, otra región le quitó ese primer puesto y superó ampliamente la ola de calor en Argentina.
El verano al sur del ecuador está resultando abrasador. El 11 de enero de 2022, un calor sofocante se apoderó del centro de Sudamérica y las temperaturas se dispararon por sobre los 40 °C. En ese momento, era el lugar más caluroso del planeta. Y dentro de ese «horno», Argentina registró las temperaturas más elevadas, que superaron ampliamente los 45ºC.
Luego el calor extremo se extendió al oeste hacia la cordillera de los Andes, así como al norte hacia Paraguay y Uruguay.
Dos días después, Australia occidental le arrebató ese primer puesto a Argentina, con temperaturas por sobre los 50 °C, y una ciudad al norte de Perth empató con la temperatura más alta jamás registrada en el hemisferio sur.
El calor abrasador es evidente en estos mapas, derivados del modelo del Sistema de Observación de la Tierra Goddard (GEOS, por sus siglas en inglés). Los mapas muestran las temperaturas del aire a 2 metros (alrededor de 6,5 pies) por encima del suelo. Los rojos más oscuros indican los lugares donde las temperaturas fueron más altas el 11 de enero en Argentina (arriba).
El calor pasó factura a la red eléctrica de Argentina, dejando sin electricidad a más de 700.000 usuarios. También se esperaba que las altas temperaturas quemaran cultivos, como la soja y el maíz, que ya han sufrido una prolongada sequía.
Según The Washington Post, los eventos en Argentina y Australia Occidental fueron el resultado de las cúpulas de calor que se instalaron sobre cada región. El fenómeno ocurre cuando la presión alta en la atmósfera media a superior actúa como una tapa, atrapando el aire caliente a medida que se eleva y empujándolo hacia abajo para calentar la superficie aún más.