Paris Saint Germain (Francia), con el astro rosarino Lionel Messi, quedó hoy eliminado en los octavos de final de la Liga de Campeones, al caer de visitante con Real Madrid (España), 3 a 1.
PSG, que contó con Messi y Leandro Paredes de titulares y con el ingreso de Ángel Di María en el complemento, desaprovechó una enorme ocasión para avanzar en el certamen: se puso en ventaja a los 39m del primer tiempo con un gol de Kylian Mbappé y capitalizaba, de ese modo, el triunfo 1-0 cosechado en la ida.
Pero un error del arquero Gianluigi Donnarumma permitió la gran reacción de Real Madrid y otra actuación consagratoria de Karim Benzemá, que metió un «hat-trick» para dar vuelta la historia.
PSG, aun encaminado al título en su liga local, dejó pasar así otra ocasión para saldar una deuda que le resulta cada día más pesada, la de levantar la «Orejona» de la Champions, de nuevo esquiva a pesar de la llegada de Messi para esta temporada.
Real Madrid salió decidido a buscar la victoria desde la precisión de Modric y Kroos en el mediocampo, la velocidad de Vinicius y la peligrosidad de Benzemá, pero la ambición le permitió desbordar al equipo francés apenas el primer cuarto de hora.
Una vez que Hakimi aprendió a controlar a Vinicius; que Paredes, Verratti y Messi (jugando prácticamente como un enganche) se hicieron los dueños del medio; y que Mbappé encontró los espacios para correr, el PSG mandó.
La ventaja parcial llegó a los 39m, cuando el equipo de Mauricio Pochettino ya había hecho méritos suficientes. Paredes se la robó a Carvajal, Neymar puso pelota maravillosa y Mbappé, ante el cierre de Alaba, puso el 1-0 al primer palo de Courtois.
Antes el propio Mbappé lo había tenido dos veces (y una fue gol anulado por offside de Nuno Mendes), Neymar también y Messi, tras una hermosa pared con el crack brasileño, había llegado al fondo para enviar un centro que no encontró a nadie.
Real Madrid había respondido dos veces con Benzemá, un gran remate y un cabezazo, ambos contenidos por Donnarumma.
PSG tenía todo bajo control en el complemento e inclusive llegó al 2-0, otra vez obra del imparable Mbappé (una definición exquisita), pero el gol no subió al marcador por posición adelantada.
Hasta que Donnarumma metió en partido al Real Madrid. El arquero demoró en la salida con los pies, Benzemá le pellizcó la pelota y después recibió de Vinicius para poner el 1 a 1. Fue un segundo fatal ante un rival al que si algo le sobra es oficio.
El conjunto parisino se hundió en un mar de dudas y volvió a mostrar su mandíbula de cristal. Lo aprovechó Real Madrid y sobre todo su gran estrella, Benzemá, que puso el 2 a 1 a los 31m (remate dentro del área que se desvió en Marquinhos) y el 3 a 1 apenas dos minutos más tarde.