La familia del payador asesinado de tres balazos en la cabeza en la localidad chubutense de Río Mayo cree que al joven “lo entregaron” y que, por lo tanto, “hay más de una persona involucrada en el crimen”.
Así se lo dijo a Clarín Bonifacio Anticaneo (61), padre de Saúl, el joven de 28 años de cuyo homicidio se cumplió un mes el pasado miércoles 23.
Por el caso hay un detenido. Se trata de un peón de campo que, según confirmó Anticaneo, “estaba obsesionado con la novia de Saúl”, una maestra rural que trabajaba en una escuela de la localidad de Ricardo Rojas, ubicada a 100 kilómetros del lugar del asesinato.
La mujer, Luciana Valderrama (28), decidió regresar a Trelew, donde vive su familia, tras la muerte violenta de su novio.
“Nosotros estamos seguros que alguien lo entregó. Que le contó al detenido los movimientos de mi hijo. Porque de lo contrario es imposible que los haya conocido porque vivía en Perito Moreno, en Santa Cruz. Por eso aquí no hay un solo culpable, hay más gente”, agregó el hombre.
Saúl era muy conocido en todo el interior de Chubut. También había actuado en Chile. Era payador y jinete y estaba a punto de grabar su primer CD. Había organizado la primera Fiesta del Peón Golondrina que se realizó en Río Mayo entre el 11 y 13 de noviembre pasado. La celebración llevó su nombre, a manera de homenaje.
Y es precisamente un peón golondrina el principal sospechoso de haberlo asesinado. Se trata de Adolfo Antonio Tesso, de 41 años. Se dedica, sobre todo, a la esquila. Está con prisión preventiva hasta el 7 de diciembre próximo.
Hay pruebas, como cámaras de seguridad que lo captaron saliendo de la casa del payador la noche del crimen. Y también la pericia del perro “Zeus”, de la división canes de la Policía de Chubut, la que confirmó que se encontraron indicios de la presencia del detenido en el inquilinato donde vivía el joven artista.
A Saúl lo mataron de tres balazos mientras dormía. Fueron tres disparos en la cabeza. Todos del lado izquierdo. Uno fue a la altura del cuello y se quedó incrustado del lado derecho, otro le atravesó el cráneo y el tercero es el único con orificio de salida a la altura del ojo. Por eso se encontraron heridas en la cara del joven payador.
“SIN REVANCHA, PERO CON JUSTICIA”
“Nosotros tenemos una pena muy grande, pero debemos enfrentar esto que nos pasó con entereza. No queremos revancha, sino justicia. En estos días, dos de mis hijas se encuentran en Sarmiento tratando de conseguir un abogado. No tenemos plata para pagarlo, así que organizamos una rifa para juntar fondos”, expresó Bonifacio.
La familia es oriunda de El Chalía, un pequeño asentamiento de 70 familias de origen tehuelche. Allí nacieron los nueve hijos de Bonifacio y su esposa. Pero solo siete están con vida. Dos murieron en forma trágica. Saúl fue asesinado y otro hijo varón, también payador, se quitó la vida hace diez años.