La inteligencia artificial lo había predicho antes de que empezará el mundial: Argentina sería la selección vencedora.
A pesar del papel fundamental que juega el componente emocional en los partidos de fútbol (además de otros factores que dificultan las predicciones: suerte, lesiones, arbitraje…), que hace que el fútbol sea un deporte impredecible, la tecnología volvió a salirse con la suya. Una vez más, la tecnología demuestra su capacidad en una era en la que lo digital y lo informático copa cada vez más ámbitos de la vida.
La noticia principal que ha abarrotado todas las portadas tiene que ver, por supuesto, con el título de Argentina, y más concretamente, con la consecución del mundial por parte de Leo Messi, un futbolista que agranda con este mundial —el último gran título que le quedaba para completar su palmarés— una leyenda que nadie ha sido capaz de superar hasta la fecha. Argentina fue protagonista desde el principio, con su derrota ante Arabia Saudí en el primer partido, tras la cual muchos auguraban un fracaso mayúsculo de la selección de Scaloni. Pero los jugadores argentinos supieron mantener la cabeza fría, y tras ese primer traspiés, fueron capaces de ir imponiendo su poderío en el campo con un fútbol en el que la garra y el empuje han sido sus principales valores.
Pero Argentina y su fútbol no ha sido el único agraciado con un éxito sin precedentes en este mundial de Catar. Como adelantamos al principio, la tecnología también ha demostrado el peso que tiene en la actualidad, no solo con herramientas predictivas como las que mencionábamos, si no con uno de los fenómenos que está cambiando el mundo del entretenimiento audiovisual de manera profunda desde hace relativamente poco. Efectivamente, hablamos del streaming.
El streaming, como nos indica en este artículo ExpressVPN, se ha convertido en un fenómeno mundial que, desde hace unos años, ha puesto patas arriba el sector televisivo y audiovisual. Las plataformas de contenido a la carta han cambiado el paradigma de este ámbito, transformando la manera que tenemos de consumir contenido, los formatos e incluso las temáticas de este tipo de entretenimiento. El streaming deportivo, a pesar de haber entrado en escena con fuerza un poco más tarde, ya venía mostrando un ascenso importante. El mundial de Catar ha sido la cita definitiva que ha puesto de manifiesto el peso y la influencia de esta tecnología, poniéndose a la altura —e incluso superando en muchos lugares— a la televisión tradicional como manera preferida por los usuarios de seguir los partidos del campeonato del mundo.
Esta explosión del streaming deportivo ha traído consecuencias importantes. Por un lado, para el sector audiovisual en el ámbito deportivo, que va viendo como el cambio de tendencia empieza a alzar, de manera que cada vez más sería, un contrincante para los medios tradicionales con capacidad real para quitarles su cuota de mercado. Por otro, en términos de aumento de la cobertura, el acceso, y en consecuencia, la audiencia. Y es que el mundial de Catar ha sido una de las citas mundialistas más seguidas de la historia, con un aumento del seguimiento cercano al doble que el que se registró durante el anterior mundial de Rusia, en 2018 (más de 5,000 millones de personas).
El streaming permite un seguimiento más flexible (desde cualquier dispositivo conectado, es decir, en cualquier momento y en cualquier lugar), y por tanto más cómodo y más adaptado a las circunstancias de cualquier usuario. Esto amplía el espectro de usuarios interesados en acceder al servicio, y abre las fronteras del consumo de este tipo de contenidos hasta límites inexplorados. El mundial de Catar solo ha sido el primer gran acontecimiento en el que se prueba la importancia y la capacidad del streaming para satisfacer las demandas del público aficionado al deporte. Seguro que no será el último.