El gobernador de Jujuy Gerardo Morales viene al cierre de campaña del precandidato a intendente de Trelew Federico Massoni.
Lo llamativo de la situación el que el mandatario norteño no cumple en su provincia con los 190 días de clases anuales siendo la peor provincia del país en el cumplimiento de días de clases cumpliendo solo con 178 días ubicándose en el último lugar en el podio de las provincias peor gestionadas en materia educativa.
Pero poco parece importarle esto ya que en vez de solucionar que los niños de Jujuy puedan asistir mínimo 190 días de clases prefiere venir hacer campaña política para un represor de docentes como lo es Massoni el cual no está preso o condenado por la protección del Fiscal Fernando Rivarola y del Procurador Jorge Miquelarena que tienen causas del ex ministro que “cajonean” y no investigan o tergiversan las líneas investigativas.
Recordemos las represiones a los docentes en 2019 y las múltiples ilegalidades que este delincuente ha cometido utilizando el Ministerio de Seguridad para cometer toda clase de delitos amparado en la impunidad que le brindaba Mariano Arcioni. Recordemos la persecución estatal a este medio de comunicación por revelar las irregularidades del Gobierno de Arcioni-Massoni en sociedad con el poder judicial.
Pero vamos al cierre de campaña, ¿Cuál será el mensaje que dará Morales a los cientos de afiliados radicales que son docentes? En su provincia no brinda educación y para postre viene a respaldar a un represor de maestros que el domingo una vez más la gente lo va a mandar a su casa para que se dé cuenta que nació para ser un perdedor crónico en la política.
A Massoni no lo quieren en ningún partido polìtico, el PICH lo rechazo, con el ChuSoTo salió último en su intento de ser senador, coqueteo con el frente de todos, con el PJ, con el PRO y todos lo rechazaron por no ser una persona apta para la polìtica y ahora le toca el turno a la UCR de devolver a Massoni adonde pertenece, al basurero municipal.
Notas relacionadas: Estatales denunciaron «represión» y exigen la renuncia de Massoni
Los Massoni: del ministro y senador al hijo perseguidor de docentes