Los incrementos en el sector ya se sienten en las panaderías locales. Los bolsillos comodorenses se enfrentan a un aumento de entre $500 y $600 pesos el felipe común, mientras que el miñón ronda los $500. Incluso los bizcochos aumentaron hasta alcanzar incluso los $1.300, aunque varia dependiendo del local, según publica Diario Crónica.
Martín Berro, un panadero que trabaja en un local del centro, sostuvo que “hay mucha gente que se queja porque los aumentos fueron muy de repente. Tuvimos un mes que subió a $500 y después el otro mes ya enseguida subió $100 más, te impresiona esto y nosotros como hacemos atención al cliente nos ponemos en su lugar, nos da cosa atender a la gente y decirles los precios porque hasta a nosotros nos sorprende”.
Por estos motivos, los “gustos” ya no son una posibilidad: “Ahora la gente dice ‘esto es muy poco’ o ‘no se puede ni tomar un mate, no se puede ni comprar’ y un poco es verdad, les doy toda la razón, porque sinceramente sí yo que estoy en este rubro veo cómo están los precios y me sorprendo, uno que no conoce seguro que va a preferir no comprar”, detalló el trabajador.
“Cuando empecé también veía cómo estaban las cosas, pero hoy en día está cambiando todo, los precios ya subieron demasiado y ya no es lo que era antes. No puedo creer que de un año a otro los precios tiene diferencias de $500 para arriba, es impresionante. A la hora de servir uno se da cuenta, ponés una bolsa y por ejemplo el miñón son dos tiras de seis panes, uno se da cuenta que eso no es nada”, comparó.
Sobre el sector, explicó que “seguramente va a seguir subiendo todo y cada vez está más difícil. Acá somos todos jóvenes, no pasamos más de los 25 años y ya por ahí nos amargamos porque vemos cómo está en este momento toda la economía. No sé cómo va a seguir esto pero yo no veo que baje”.
Por su parte, una panadería en calle Juan B. Justo y Necochea, comentó que “hace un mes atrás, todos los días cambiaban los precios, un día $200 más, al otro $100 más, y así todo el tiempo por la suba de la harina y la nafta, más que nada. La gente recorta muchísimo sus gastos y cuando hay subas peor, vienen y compran lo justo nada más. Por el momento, lo que más se vende es el pan, los felipes y mucha torta frita”