Luego de que EL CHUBUT publicara que la Municipalidad de Trelew tendría dificultades para reunir el dinero correspondiente al pago de sueldos, desde el Ejecutivo no oficializaron aún siquiera una fecha tentativa para efectuar el depósito de los haberes de julio, tampoco desmintieron el artículo periodístico de este diario, que refería a los problemas económicos que atraviesa la gestión.
Trascendió, después de algunas averiguaciones realizadas por este diario, que el Municipio podría abonar los sueldos de julio antes del jueves 10 del corriente, aunque no existe un anuncio formal al respecto. La información mantiene por ahora el hermetismo.
Los empleados están molestos. Y la paciencia inquieta a varios de ellos. Sin embargo, ante la posibilidad de una fecha tentativa, los gremios conservan una calma poco amistosa, que podría derivar en protesta, de no cumplirse con lo deslizado por parte del área de Hacienda.
Hasta el momento, todo es trascendido; no existe afirmación sobre la aventurada fecha del 10. A pocos meses de abandonar el Municipio, empiezan a revelarse inconvenientes administrativos de la gestión, que conservó una paz social a partir de cumplimientos clientelares.
EL CHUBUT informó que la gestión del intendente Adrián Maderna tendría serias dificultades para reunir los aproximados 600 millones de pesos destinados al pago de sueldos. Y producto de ello, no habría realizado los anuncios pertinentes. También hay incertidumbre entre los estatales locales, ya que no tienen certezas de la fecha esperada.
La situación financiera de la Municipalidad es compleja. Los números no acompañan a una gestión que administró pobrismo en los últimos años; abrazando al clientelismo como su mejor herramienta de gestión.
De acuerdo a los datos obtenidos por este medio, el Ejecutivo tendría un descubierto de más de 150 millones de pesos en el banco. Un escenario que acompleja cualquier administración, teniendo en cuenta que la masa salarial municipal es mucho más voluminosa.
A meses de la retirada, el contexto no es favorable para quien deba cargar con la responsabilidad de conducir una ciudad deficitaria. Seguramente, el equipo de transición que designó el intendente electo, Gerardo Merino, tomará nota de cada movimiento económico del Ejecutivo, a fin de equilibrar un escenario que por ahora no les es conducente.
Una de las cuestiones a resolver, además de los contratos de los servicios públicos que la Municipalidad tiene concesionados, será la económica. Y allí corresponderá un ejercicio fiscalizador de transparencia que sincere los movimientos administrativos realizados por la gestión actual.