La Cámara de Diputados pasó a cuarto intermedio y postergó hasta este viernes la aprobación del proyecto de ley de Bases, con la incorporación de nuevos cambios en el capítulo de privatizaciones, en una sesión especial cargada de tensión por los incidentes entre las fuerzas de seguridad y militantes que realizaron una marcha en contra de esa iniciativa frente al Congreso.
En la segunda jornada de la sesión especial y tras veinticuatro horas de debate, entre los dos días, faltaban unos 17 oradores para hacer uso de la palabra previo a la votación en general, en la que el oficialismo tenía garantizado el respaldo de los bloques dialoguistas.
La propuesta de pasar a un cuarto intermedio fue formulada por el jefe de la bancada de LLA, Oscar Zago.
El Gobierno tenía el apoyo de unos 143 diputados para aprobar en general el dictamen de mayoría con el aporte de 38 de La Libertad Avanza, 34 de la UCR, 18 de Hacemos Coalición Federal, 37 del Pro, 9 de Innovación, 2 de Producción y Trabajo, 2 Buenos Aires Libre, 1 de Creo, 1 Avanza Libertad, y 1 Unidad Mendocina.
La sesión especial, conducida por Martín Menem, se desarrollaba en una clima de tensión por los enfrentamientos en las afueras del Congreso por parte de las fuerzas de Seguridad y los militantes de izquierda y organizaciones sociales que rechazan el proyecto propiciado por el Gobierno. Se registraron detenidos y también heridos.
En cada uno de los discursos de Unión por la Patria había referencia a los serios incidentes cerca del Parlamento, e incluso respaldaron un pedido de la diputada de izquierda Romina del Pla de hacer un cuarto intermedio «por la represión» que fue rechazado por la LLA, el Pro, UCR, Hacemos Coalición Federal, e Innovación.
En ese contexto y en un clima de fuerte tensión, el presidente del bloque de UxP Germán Martínez presentó una moción para establecer un cuarto intermedio por la «terrible represión que se vive en la calle», que fue rechazado por los bloques dialoguistas e incluso el presidente de Hacemos, Miguel Pichetto, señaló que «no se puede interrumpir la labor de un poder del Estado».
También respaldó la propuesta de su bloque Máximo Kirchner, a través de una cuestión de privilegio, en la que planteó: «Vamos a ver qué sucede afuera, es solamente para que haya la menor cantidad de argentinos y argentinas lastimados, trabajen en una fuerza de seguridad o no».
La secretaria general de la Presidencia, Karina Milei; y el portavoz presidencial, Manuel Adorini, concurrieron por la tarde a Diputados y a la noche se sumó el ministro del Interior, Guillermo Francos, para seguir de cerca el desarrollo de la sesión.