El narcocriminal, Evelio «Yiyo» Ramallo, fue trasladado al penal de Ezeiza tras confirmarse que seguía dirigiendo su banda delictiva desde la Unidad 6 de Rawson.
La información fue difundida por la propia ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, en sus redes sociales.
Ramallo está condenado por narcotráfico y homicidio y estaba detenido en Rawson, «desde donde manejaba a su organización desde adentro y tenía a Rafaela bajo su dominio”, escribió la ministra en “X” agregando que “hoy ya se encuentra en el penal federal de Ezeiza, bajo las máximas medidas de seguridad que contempla el protocolo para presos de alto riesgo».
Desde la cárcel
Ramallo -quien durante el traslado fue visto con un uniforme blanco, con chaleco antibalas y casco de color oscuro, ya estuvo detenido en muchos penales: pasó por Las Flores, Coronda, Piñero y las cárceles federales de Resistencia (Chaco), Marcos Paz (Buenos Aires), Rawson y ahora Ezeiza.
Sin embargo, el mismo Servicio Penitenciario al que la ministra felicitó por el traslado nunca pudo evitar que Ramallo accediera a un amplio repertorio de recursos que le permitieron, como efectivamente denunció Bullrich, tener a una amplia región de Santa Fe y también de Córdoba bajo su dominio.
Ramallo está acusado de dirigir una organización criminal dedicada a la comercialización de estupefacientes y a asesinar personas que pudieran entorpecer el dominio del negocio por el propio Yiyo.
Mientras estaba preso, Ramallo -con la colaboración de algunos integrantes de su propia familia y de una amplia organización regional- ordenó los asesinatos de Rudy González, Miguel Mendoza, Marcelo Sánchez (que efectivamente se concretaron en Rafaela), además de otros dos crímenes consumados en localidades cordobesas cercanas a Santa Fe. Asimismo, también ordenó otros crímenes que no alcanzaron a cometerse, todos a través de sicarios contratados desde la cárcel por él mismo, según las hipótesis que maneja la justicia.