En México, se propone una reforma de pensiones que genera controversia debido a las «falsas expectativas» que crea. El gobierno encabezado por López Obrador promete una iniciativa que permite a los trabajadores jubilarse con el cien por ciento de su último sueldo. Sin embargo, surgen dudas sobre la viabilidad y la verdadera beneficiencia de esta propuesta del Fondo de Pensiones del Bienestar.
Carlos Ramírez, expresidente de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (CONSAR), considera que la reforma de pensiones podría convertirse en una «bomba de tiempo». Según él, aunque no se vea en la actualidad, en 20 años se lamentarán las consecuencias. El economista mexicano se refiere a un proyecto de ley presentado por diputados del partido oficialista Morena, el cual busca complementar las pensiones de algunos trabajadores para que puedan recibir el cien por ciento de su último sueldo.
El presidente Andrés Manuel López Obrador celebra la aprobación de la reforma en la Cámara de Diputados y asegura que beneficia a 28 millones de trabajadores del sector público y privado. Sin embargo, Carlos Ramírez, socio de Integralia Consultores, destaca la necesidad de una reforma debido a la baja cobertura, el serio problema de financiamiento y las bajas pensiones que enfrenta el sistema de pensiones mexicano.
Aunque la propuesta promete mejorar las pensiones, también se plantean dudas sobre el financiamiento futuro. La iniciativa tapa un problema al reducirlo, pero a su vez amplifica otro, ya que en el futuro requerirá una gran cantidad de dinero cuya procedencia es incierta. En un principio, el gobierno planea destinar cerca de 40.000 millones de pesos al Fondo de Pensiones del Bienestar provenientes de las cuentas inactivas en las Administradoras de Fondos para el Retiro (Afores).
Sin embargo, Carlos Ramírez teme que este mecanismo de financiamiento no sea sostenible y que no haya suficiente dinero para los trabajadores que se jubilarán masivamente en 15 o 20 años. Diego Díaz, coordinador de finanzas públicas del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), también duda sobre la sostenibilidad de las fuentes de financiamiento propuestas, como las utilidades de proyectos estatales.
Alejandra Macías, directora ejecutiva del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), explica que la tasa de reemplazo, es decir, la cantidad de la pensión que reciben los trabajadores, es del cien por ciento, pero con un tope equivalente al ingreso mensual promedio del Instituto Mexicano del Seguro Social, que este año es de unos 16.000 pesos.
Se estima que alrededor de 9.000 personas podrían beneficiarse de esta iniciativa en 2024, y se espera que este número aumente a unos dos millones para el año 2050. Sin embargo, en comparación con el universo total de pensionados, esta cifra es relativamente baja y no aborda el problema generalizado de las pensiones en México.
Carlos Ramírez, de Integralia Consultores, está preocupado por el posible daño reputacional que esto pueda causar al Sistema de Ahorro para el Retiro, debido a las falsas expectativas que se generan y que no se podrán cumplir.