En la Estancia Nueva Poupée, cerca de la localidad de Arroyo Ventana, científicos descubrieron una nueva especie de reptil, denominada Alamitosphenos mineri. Este hallazgo fue realizado por el técnico paleontológico Santiago Miner, quien encontró un fragmento de mandíbula con dientes que pertenecía a esta especie de esfenodonte. Este reptil antiguo tenía una mandíbula fuerte con un mentón prominente y dientes bajos y anchos.
El Alamitosphenos mineri fue encontrado en capas de 70 millones de años de antigüedad, junto a una gran variedad de huesos pequeños de ranas, serpientes, aves y mamíferos, así como restos de grandes dinosaurios. Estos fósiles fueron depositados durante la época en que el antiguo Mar de Kawas, un brazo tropical del Atlántico, invadió el norte de la Patagonia. Este ambiente estaba repleto de reptiles marinos, corales y moluscos.
En este ecosistema, el Alamitosphenos convivía con otros esfenodontes de diversos hábitos. Algunos eran insectívoros y similares a los esfenodontes modernos, mientras que otros eran de gran tamaño y posiblemente acuáticos. Se cree que el Alamitosphenos se alimentaba de vegetales y semillas, sugiriendo una dieta herbívora.
En el mismo período, se descubrió en Santa Cruz una nueva especie de esfenodonte, Notosphenos finisterre, que era de tamaño muy pequeño, no superando los 30 centímetros de longitud y alimentándose de insectos. Estos descubrimientos, junto con el hallazgo de mamíferos primitivos como el ornitorrinco Patagorhynchus pascuali, indican que las faunas de Patagonia y Oceanía eran más semejantes de lo que se pensaba, debido a la conexión continental a través de la Antártida hace 70 millones de años.
La investigación fue llevada a cabo por un equipo de científicos del Conicet, el Museo Argentino de Ciencias Naturales, el Museo Nacional de Naturaleza y Ciencia de Tokyo y la Fundación de Historia Natural “Félix de Azara”. Las reconstrucciones de Notosphenos y Patagosphenos fueron realizadas por el artista Gabriel Lio.